Temática omegaverse.
Dark stony.
Época 1999.Cómo un Omega siempre había retenido la atención de las personas y para más mal que bien por ende mucho alphas aún que nunca había tenido ningún tipo de relación con nadie.
Que podía decir me gustaba estar solo y así no tener que preocuparme por olvidar alguna fecha importante o que me tratarán como una maldita ama de casa solo por mi casta.
A decir verdad nunca nadie me logro llamar la atención y también fue otro factor, aún que siempre estaba rodeado de personas que matarían solo por qué les hablara era mi más pequeño problema... Hasta que un día alguien intentó secuestrarme, su nombre era Justin Hammer un idiota que me acoso y en un intento estúpido trato de secuestrarme fallando en el intento, al parecer alguien lo detuvo y después de ello mi seguridad aumento de golpe ya que mis padres no querían que me pasará nada malo.
Pero aún con todo eso, aún con la seguridad de mi hogar y con algunos probables testigos uno si logro secuestrarme. Y vaya con mi karma pero fue el mismo que me salvó de mi anterior secuestro, su nombre es Steve Rogers y en estos momentos estoy amarrado en su ático.
Cuando conocí a Steve antes de que se le ocurriera estás gran idea, era un chico dulce un alpha excepcional y el muy querido capitán del equipo de fútbol de el academia de la ciudad, con un mar de omegas detrás suyo.
Recuerdo que cuando el me salvó me quedo viendo por unos minutos después de haber noqueado a Hammer con un golpe, podía jurar que de aquellos orbes azules se oscurecieron a tal punto de volverse negros.
Cosa que yo ignore al estar feliz de estar por fin "a salvó" mientras le abracé como agradecimiento... Grave error.
Honestamente ya rebobinando era algo obvio que Steve sentía algo por mi... Aún que nunca pensé que fuera tan enfermó.
- por fin despiertas - le miró en la puerta mientras me muestra una de sus sonrisas brillantes que ahora solo me provoca brincar de mi lugar.
Le miró a los ojos y suelto un bufido.
- sabes que en cuanto me desates te golpeare y correré por todo la casa buscando una salida verdad? - el me mira y como si fuera algo completamente normal se acerca más a mí.
- lo sé... También es otra cualidad tuya para amar - le miró con odió este comienza a desatar mis manos.
Sabía que podía hacer algo si me suelta pero siento como todo mi cuerpo aún sigue dormido y no me responde lo que solo me hace preocupar más.
- ahora sabes que no te recuperarás del efecto de mi sedante - al fin a terminado de dasatarme y con un gran esfuerzo le doy una cachetada de resuena en la habitación y él sólo vuelve a reír y comienza a desatar mis pies no sin antes besarme la mano con la que le pegué la cachetada.
- vaya creo que eres un poquito más fuerte que el sedante pero en estos momentos te debes sentir como dormido mientras estás despierto, mala elección haber gastado tus pocas energías en un golpe de niños.
Cuando por fin termina de desatar me por completo me carga como un costal de papas mientras yo trato de patalear y golpearle aún sabiendo que es inútil.
Por un momento vuelvo a perder la conciencia... Ya a mi segundo despertar solo puedo sentir como el olor de Steve me rodea totalmente, comienzo a moverme y por fin mirar mi entorno. Esta vez no estoy en el tétrico ático de la casa cosa que sigue sin animarme, esta vez estoy en una habitación y al mirar que no estoy amarrado y aún mejor solo comienzo a buscar una salida.
Me paro de la cama y miró las ventanas, afueras estaba completamente blanco por la nieve... Vuelvo a sentir pánico ¿Dónde carajos me a traído este psicópata? Cuando me recupero y trato de eliminar mis pensamientos sobre lo que me podrá pasar y trato de abrir la ventana, sellada.
Quería gritar, comencé a desesperarme cuando la segunda no abrió tampoco y ya cuando la tercera no quiso tampoco abrir unas lágrimas quisieron salir de mis ojos.
La puerta también estaba cerrada y fue cuando al no ver más alternativas volví a las ventanas.
Tome aire mientras mire esa pequeña mesa que reposaba junto a la cama y mire que tenía un adorno que parecía de bronce y al tomarlo sentí que era pesado y cuando estaba por aventarlo a la ventana oí pasos, temblé mientras mire como la maldita ventana no se había quebrado y lo tome.
Una.. y dos y tres veces y solo obtuve una pequeña grieta en el maldito cristal.
Los pasos ya se habían detenido y mire como estaban por abrir la puerta yo solo corrí al armario a esconderme, al tener un pequeño momento de reposó note que me sentía caliente y mi olor de chocolate era más espeso... Llore en silencio mientras estaba reteniendo lo más que podía mi olor y al oír como Steve estaba dentro de la habitación buscándome llore aún más.
Cuando crei que se iba a ir y por fin darme un pequeño chance para escapar abrió de golpe el armario mientras me miraba con devoción. Maldito enfermó.
- Anthony Edward Stark no vuelvas a esconderte de mi nunca más... Entendido? - su voz sonaba como una advertencia...
Temblé sentí que ya no podía hacer nada más y sin querer solté mi olor y el azul nuevamente se tiñó de negro.
Un suspiro de resignación surco mi garganta aún que no lo dejé salir.
...
¿Sigo?