My Dear

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Dark stony.
Omegaverse.
Au

Cuando Tony llegó a su casa le fue indiferente solo era un niño huérfano al que su madre prometió criar por favor a unos amigos, el pequeño castaño por otro lado siempre le seguía con cariño diciéndole hermano o tratando de hablar con el, con sus pequeñas orejitas castañas saliendo de su cabeza y su colita algo larga característica de su raza.

Tony era un hurón pequeño y adorable sin importar en que estado estaba, los pequeños cabellos que su madre nunca había querido cortar desde que llegó siempre estaban esparcidos con rebeldía enmarcando su cara con aquellos hermosos ojos color caramelo acompañados por tupidas pestañas y labios carnosos color cereza, no era tonto a sus trece años de edad cuando llegó aquel niño de siete años le llamo ligeramente la atención pero no fue para tanto.

Era hijo de la hydra por lo que no tenía muchos amigos y su educación era estricta sin darle lugar a socializar con personas fuera de su entorno fue entonces cuando el castaño aprovechaba cada momento para acercarse a el en busca de su compañía pues el también estaba solo en el caso de no estar acompañado de su madre.

Solo había pasado dos meses de aquello y trataba de permanecer lo más lejos del niño pero un día llegó en la noche a tocar su puerta mientras lloraba y trataba de controlar sus hipos.

- hermano mayor... Había un monstruo en mi sueño. - dijo cuando el preocupado se agachó para atraparlo entre sus brazos pues su instinto le guío a hacerlo.

- ya te dije que no me llames así Tony. - si algo le llegaba a irritar de sobre manera era que Tony le nombrará como su hermano aún sin saber el porqué, sus pensamientos se detuvieron cuando sintió como aquella pequeñas manos trataban de alcanzar sus orejas logrando que al fin se calmará un poco.

- deja eso - exclamó irritado contradiciendo sus palabras cuando el castaño amenazó con volver a llorar.

- eres como un gatito hermano mayor. - dijo por fin respirando con tranquilidad dejando sus manos en los hombros del rubio para dejarlo de molestar.

Una mueca se expresó en la cara de Steve odiaba que el castaño lo llamara así soltando un aroma leve de enojo llamando la atención de Tony al instante pues sus orejitas movieron.

- dime Steven o como quieras pero si me vuelves a decir hermano no te voy a volver a hablar Anthony. - el castaño asintió en silenció bajando la vista con un puchero en la boca.

Por fin después de todos aquellos minutos la niñera de Tony apareció detrás del castaño ante a atenta mirada del rubio que tenía enfrente quien le soltó una mirada llena de odió como si aquella mujer fuera sido la causante del llanto del castañito. La beta se congelo con algo de miedo en su lugar al ver que la mirada del pequeño Rogers se torno levemente roja y se paralizó cuando miro que el niño soltó una de las manos con la que abrazaba a Tony para señalarla y después pasarla por su cuello en señal de amenaza dejando helada a la pobre mujer que solo reaccionó cuando el castaño volteo a ver atrás.

- Ana - dijo el castaño con entusiasmo para alejarse del rubio menor y correr hacia ella con una sonrisa inocente.

- joven Stark debería de estar en su cuarto. - contesto para ver a el pequeño examinando su estado.

- y tú deberías de hacer tu trabajo, acaba de tener una pesadilla. - se escuchó con enojo antes de un portazo de la habitación.

Al siguiente día mientras hacía sus tareas escuchó de nuevo que tocaban su puerta levantándose con enojo para abrir y encontrarse con Tony quien tenía una corona de flores en su cabeza y otra sosteniendo en sus manos.

- Steve te traje un regalo. - menciono con una sonrisa adornando sus pequeños labios.

Iba a contestarle pero apareció aquella insoportable mujer de nuevo para tomarle la mano a el castaño.

- lo siento joven Rogers se que tiene que estudiar pero se escapó para venir a verlo, despídete Anthony. - dijo de manera rápida la beta tratando de sonar dulce aún debajo de su nerviosismo.

- pero quiero darle mi regalo a Steve - mencionó mirándola con súplica haciendo que la chica soltará su muñeca para estirar su mano con la corona de flores hacía el rubio.

- no la quiero Anthony vete a jugar. - mentalmente se decía que era lo mejor que no quería que el menor confundiera su rastro de "amabilidad" como algo con lo que pudiera contar, el mismo se lo decía no tenía por qué importarle si el castaño lloraba o sufría no era su problema así como tampoco su familia.

- pero la hice para ti. - mencionó mientras le mostraba una mirada firme al no irse hasta que se dignara a tomar su regalo.

- vete ya Anthony me molestas.

- no es cierto - dijo sin tratar de sonar triste aún que se encogiera con algo de duda.

- que si.

El rubio molesto le arrebató la corona provocando tensión qué provocó el corte y destrozó de la cadena de flores ante los ojos de Tony quien solo sostuvo su respiración cerrando los ojos dándose la vuelta para correr largo de ahí seguido de su niñera sin importarle por primera vez desde que había llegado ignorando la voz del rubio.

Steve por su parte miro el piso para agacharse y recoger las flores que cayeron cuando la corona se reventó, al terminar entro a su cuarto irritado mientras trataba de poner algunas flores en un jarrón de su habitación.

Mini Story StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora