Stony
UAEstaba furioso y podría gritar a los cuatro vientos por qué odiaba ese día, el día que por fin conocería a la persona con la cuál estaría obligado a desposarse para cumplir el acuerdo de las dos familias.
Tony siempre fue alguien aventurero y un genio nato pero sabía que cuando se casará en esa horrible iglesia ya no podría seguir con sus hermosos proyectos.
Odiaba su vida, ¿Para que servía el dinero si eras un Omega? Se preguntaba el castaño mientras a petición de su madre escribía los votos de su boda que sería en un mes.
¿Que carajos iba a escribir? Prometo amarte por qué no tengo alternativa tratar de matarte por la eternidad y cuidar que termines envenenado... Tampoco es que sonara tan mal y si fuera por el se lo diría a la cara a la primera oportunidad.
Lastima que su madre le miró con terror cuando miro lo dicho y le dió un reglaso en las manos mientras le quitaba ese papel y le ponía uno nuevo.
Cuando iba a renegar la puerta fue tocada sacándolo de la escena de furia que le iba impartir María y fue feliz hasta que al otro lado de la puerta se escuchó el por qué de aquella interrupción.
Maldijo cuando escucho de la voz de una de las sirvientas.
- señorito su prometido está en la sala baje para recibirle.
Tony miró a su madre y después a la ventana... Tampoco es como si no pudiera sobrevivir de una caída libre de unos ¿Ocho metros?
Pero no tomo aquella opción muy rápido lo que le costó su libertad cuando María le cogió del brazo y le saco de la habitación rumbo al vestíbulo.
- Tony cariño perdón por esto pero sabes que lo haces por tu abuelito.
- ha y ahora resulta que queríamos al abuelo? - soltó sin medir palabras haciendo que su madre le mirara mal.
- ¡Si Tony, si queríamos mucho a el abuelo!
- bueno igual no es como que esté vivo el infeliz.
Cuando su madre no le contesto supo que estaban en la puerta que daba de lleno en el vestíbulo y suspiro, si se fuera tirado por aquella ventana.
La puerta fue abierta y se mostró a tres rubios.
Los dos mayores que le soltaron una sonrisa y el menor quien cuando le miró dejo su sello fruncido por una cara roja y mirando el piso apenadamente.
- oh aquí estás querida!- Soltó su padre en tono de bienvenida.
- un placer María de Stark, ustedes deben ser Joseph y Sarah Rogers un verdadero gusto a y el joven Rogers es apuesto ¿no crees Tony?.
El castaño no respondía por mirar una ventana como si fuera la solución de todos los problemas del mundo.
- Anthony querido te hice una pregunta - dijo una María quien trataba de mantener la compostura.
- si tienes razón ahora papá de cuánto es la caída desde aquí?
Todos los mayores le miraron sin saber que responder y fue Howard quien carraspeó y respondió tratando de ser cordial.
- hay Tony si que eres un despistado hijo, estamos en la primera planta.
El castaño les sonrió y les dijo con cara de no matar una mosca.
- señor y señora Rogers les quiero presentar un truco de magia que practique en su honor, por favor cierren sus ojos todos.
Los padres del castaño le miraron con el seño fruncido pero al ver cómo los Rogers cerraban sus ojos sin más alternativas también lo hicieron.
- no los abran hasta que cuenten del uno al díez.
Todos lo hicieron y fue cuando volvieron a abrir los ojos que se dieron cuenta que el joven Omega no se encontraba en la estancia.
Primer día de haber conocido a su prometido y había huido, ¿También se iría a comprar cigarros cuando tuvieran un hijo?
...
¿Hago un fanfic?