Días Nublados || Chaelisa & Jensoo

Capítulo 32

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Rosé Pov

Despertaba siempre con un vacío en mi pecho, esta vez dolía más de lo normal, ¿porque me sentía así? Perdí 3 años de memoria, pero que era tan importante como para que este vacío se instalara en mí, no entendía y nadie quería decírmelo, todos actuaban raro cuando preguntaba por mi pasado, lo que me hacía preguntarme aún más, que era lo que ocultaban.

Fui directamente a la ducha luego de salir de la cama, un baño tibio tal vez me ayudaría a aclarar mis pensamientos.

Mi mente trajo de vuelta la imagen de aquella Rubia, que, por lo poco que sabía, se llamaba Lisa y era prima de Jennie.

Algo en ella me intrigaba, talvez era su pinta de chica mala o su reputación de chica problemática, quizás mi mente la traía de vuelta porque, como dijo Tae, yo la odiaba y era una manera de advertirme que me alejara de ella, pero por mucho que quisiera, no dejaba de recordar su mirada triste de ayer y la manera que mi corazón se apretó cuando dejo de verme.

Salí del box del baño, para luego abrir mi armario, una prenda llamó mi atención, efectivamente era aquella camiseta holgada, se había vuelto una manía olerla, llené mis fosas nasales de esa fragancia, cuando tuve suficiente, la volví a doblar y dejar en la parte trasera de mi armario, realmente el aroma que se impregnaba en esa camiseta me hacía sentir tanto paz, como tranquilidad.

Me cambie rápido, ya que iría por mi cuenta al instituto, quería estar un momento sola, un momento para despejar mi mente y poder poner en orden mis pensamientos y sentimientos.

Desayune rápido y salí de la casa para poder llegar a tiempo a la escuela.

Caminaba a paso moderado mientras observaba todo a mí alrededor, desde tiendas recién abriendo, hasta las avenidas, todo se veía limpio y despejado a esta hora de la mañana, iba escuchando música y tarareaba la melodía de esta.

Mi andar se detuvo cuando observe a una anciana tratando de llegar al otro lado de la calle, la señora llevaba una bolsa con lo que parecían ser vegetales, me acerque para poder ayudarla a llegar a la otra acera, pero antes de llegar su bolsa decidió resbalar de sus manos dejando caer todo a su paso.

-Déjeme la ayudo- hablé impidiendo que la mujer mayor se agachara a recoger por su cuenta los vegetales.

Estábamos en toda la esquina, autos iban y venían.

Empecé a recoger todo lo que su bolsa había dejado caer, recogí casi todos los tomates, hasta que uno de repente se me cayó y rodo, mi mano fue directamente a atraparlo, entonces sentí una cálida mano posarse sobre la mía.

Alce la mirada y mis ojos encontraron un par de ojos café observándome fijamente.

-L-lisa- trate de llamar, ella me analizaba lentamente, su rostro estaba muy cerca, podía ver cada una de sus facciones-

-Oh, señoritas no se hubieran molestado- hablo por primera vez la mujer de cabellos blancos captando nuestra atención -no deberían preocuparse por una anciana como yo- decía modesta.

-Está bien, señora, no hay problema- hablo Lisa con su voz ronca, mientras me ayudaba a acomodar los vegetales dentro de la bolsa.

-Creo que eso es todo- dije dándole una gran sonrisa a la anciana.

-Muchas gracias, lamento haber retrasado su camino- se disculpó y empezó a avanzar hasta la parada de autobuses.

Me quede observando la espalda de Lisa por un rato, ella se estaba asegurando de que la mujer subiera a su autobús, cuando lo hizo, se volvió ante mí, desviando su mirada a su reloj, maldijo.