Capítulo 46

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Lisa Pov

Últimamente había soñado que la volvía a ver, era feliz, al menos lo que duraba el sueño porque cuando me levantaba y veía la realidad, agachaba la cabeza y liberaba lágrimas de dolor, seguía afectándome el que no esté, y justo por eso odiaba el día que nací.

Ella había decidido que estaba lo suficientemente bien como para volver a casa, aun en contra de las indicaciones de su doctor y de papá.

Recuerdo que había sido un mes realmente pesado de superar, había pasado por múltiples quimioterapias, y cuando mi padre menciono que ella llegaría salte de emoción, ignorando por completo lo egoísta que está siendo inconscientemente, pensaba que la vida nos estaba dando un suspiro de todo lo malo, que por fin ella volvería a sonreír y todo estaría bien.

Pero algo no marchaba bien, cuando papá menciono que mamá volvía a casa no había notado el brillo en sus ojos que se instalaba cuando hablaba de ella, pero no lo tomé en cuenta, no en ese momento.

Habíamos arreglado la casa tal y como ella lo solía hacer, la extrañábamos, un mes sin verla era realmente doloroso, nosotros no teníamos permitido visitarla en el hospital solo porque éramos menores, entonces sufríamos al estar separados de ella.

Cuando la vimos cruzar la puerta con ayuda de mi padre no era la misma persona que conocíamos; había adelgazado cerca de 10 kilos, estaba pálida y llevaba muy marcadas las ojeras, pero aún así, sin importarnos mucho su apariencia corrimos a su encuentro, pero papá se interpuso, diciendo que estaba muy débil, ella golpeó de manera de juego su brazo diciendo que todo está bien.

Pasamos esa tarde riendo como solíamos hacerlo cada sábado que nos reuníamos, mamá sacó un viejo álbum y veía con detenimiento cada foto, nosotros la admirábamos en silencio desde nuestros asientos.

-En esta apenas estabas aprendiendo a caminar- decía viendo una foto de Hyunjin tratando de ponerse de pie.- En esta le pintaron la cara a su hermana mientras dormía- cada foto era una historia diferente y mamá se encargo a volver a narrarlas a nosotros.

-¿Cuando crecieron tanto? - se preguntó observándonos con detenimiento, como si quisiera memorizar cada detalle de nosotros.- No crezcan más- pidió con una sonrisa, pero su sonrisa a la vez era acompañada de unas engañosas lágrimas que salieron sin previo aviso.

-Cariño...- llamaba mi padre a su lado, pero ella lo corto.
-Necesito un abrazo, ¿creen que me lo puedan dar? -

Ni siquiera lo pensamos y la rodeamos con extremo cuidado bajo la atenta mirada de papá.

Ella como pudo nos tomó bajo sus brazos.

-Los tres junto a su padre son la fuerza que necesito para seguir adelante, son la razón por la que estoy aquí, no quiero irme nunca de su lado, quiero verlos crecer, quiero verlos siendo profesionales, quiero poder estar en cada momento de su vida, pero no soy quien decide como serán las cosas, solo Dios sabe lo que hace.

-Mamá te recuperaras ya lo verás, todo volverá a la normalidad, todo será como antes, solo resiste un poco más- dije conteniendo el llanto que amenazaba con desbordarse en cualquier momento, quería ser fuerte para ella.

Ella asintió y me regalo una simple sonrisa, no sabía que sería la última vez en verla.

La noche llegó y junto a ello un sentimiento de angustia.

Me había preparado para meterme en la cama, la última vez que vi el reloj eran cerca de las 12, y como solía ser tradición, mis padres entraban en mi habitación para cantarme el feliz cumpleaños junto a mis hermanos, este año no era la excepción.

Días Nublados || Chaelisa & JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora