Juliana's POV
—Tuve que limpiar la casa. Papá llegó hace como una hora. —dice mi hermano y vuelve a quedar dormido.
Oh, mierda. Mi padre está en casa.
Papá no es un tipo fácil de hacer enojar, pero tiene tres reglas firmes e infranqueables.
1. Nada de desorden en su casa, o al menos cuando él está.
2. Si vives bajo su techo y comes de su billetera, debes hacer lo que te pida.
3. No reniegues ninguna de las anteriores.
Me imagino que, al encontrar la casa sucia, no dejó a Michel respirar hasta que estuviera impecable. A papá no le importan las fiestas, pero sí que su casa esté limpia.
Me acerco a la entrada de la casa, el auto de papá está ahí estacionado, lo busco con la mirada.
—¿No vas a saludar a tu padre? —doy un salto al sentirlo hablar atrás mío.
—¿Qué haces aquí?
—También me alegro de verte, Juliana. —acomoda su camisa de paño blanca. —Tengo una reunión con un policía de WeiBull mañana. Parece que ustedes dos hacen cosas interesantes cuando están solos.
Señala un vaso rojo sobre un florero que, al parecer, Michel no limpió. Rápidamente lo quito y arreglo el frasco.
—¿Cómo te fue en Texas? —pregunto, aunque ni siquiera recuerdo bien a dónde había ido esta vez.
—Bien, lo de siempre. Volveré allá mañana en la noche. —se dirige al sofá donde Michel duerme. —Vamos muchacho, no puedes ser tan débil.
Despierta al chico, que hace un gran esfuerzo por no mostrarse cansado. Me siento en otro de los muebles.
—¿Quién era el joven con el que dormía tu hermana? —suelta repentinamente esa pregunta mi padre. Mierda, nos vio. Michel se queda en blanco y me mira ferozmente. —¿Para qué te tiene de hermano Juliana, si no la cuidas? —Michel sigue con la mirada firme. Él le tiene mucho respeto a papá y siempre toma en cuenta lo que le dice. —¿No tienen hambre? Juliana, ¿sabes cocinar?
Me pregunta, yo niego con la cabeza y vuelve a hacer una cara de desaprobación. Papá es un hombre conservador de pura casta, aun con sus 45 años y porte moderno, le gustan cosas de la vieja escuela. Siempre que viene intenta averiguar si somos los hijos que él imaginó, pero nunca le termina de convencer el resultado.
—Pide al de comer y vuelve, que tengo que hablar contigo. —dice el hombre con rasgos iguales a los de mi hermano. Me pongo de los nervios.
La semana pasada tuve un pequeño problema accidental y esperaba que él no se diera cuenta.
Antes de ir a pedir comida, recuerdo que Luciano está dormido en mi habitación. Subo rápidamente.
—Luciano, despierta. —lo muevo y él se acomoda más. —Mi padre está en casa.
—Mierda. ¿Tendré que salir por la ventana? —dice somnoliento.
—No, creo que ya nos vio durmiendo juntos.
—¿Eso significa que ahora soy tu novio oficial? —nos reímos.
Se levanta de golpe y me doy cuenta que no trae camisa. He visto crecer a este chico, Luciano Zacharski, siempre noté sus cambios. Desde el pequeño niño moreno de cejas pobladas, hasta el joven adulto de piel aceitunada y mirada irresistible. Nos enrollamos desde los 15 años, hace 2 años, pero jamás me ha gustado. Para mí, únicamente es y siempre será, mi mejor amigo, y espero que el sentimiento sea mutuo. También es un gran comodín familiar, como ni papá, ni mamá, ni ninguno de mis familiares se toman la molestia de recordar la cara del chico, casi siempre para olímpicamente por mi novio y me deja como la eterna niña comprometida.
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PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA
RomanceJamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido. Esta historia es una adaptación. Originalmente escrita por iPhary (Autorizada por ella)