PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA

CAPÍTULO 44 - ¿NOVIA?

Valentina's POV

Juliana: ¿Hola? ¿Sabes? Amanecí sola...

Yo: Juls, ¿estás consciente de que te quiero?

Ella titubea.

Juliana: Sí... Lo sé, es encantador.

Yo: Espero que lo sea, porque las cosas se me están saliendo de las manos... No sé qué hacer...

Juliana: Como del 1 al 10, ¿cuánto miedo tienes? Suponiendo que 1, es reprobar último año y 10, una catástrofe como el fin del mundo.

Yo: 9. Puede que no sea al fin del mundo, pero de mi vida, casi.

Juliana: Bueno, toda esta situación es odiosa, pero nena, recuerda que ahora mismo puedes tomar tu precioso coche y venir a tener miedo en mis brazos. ¿Suena sexy?

Yo: Estoy demasiado enamorada de ti.

Y hago lo que me pide, pero caminando, para que nadie se dé cuenta de mi ausencia. Siempre me gustó mucho mi familia, pero nunca noté lo aburridos que eran mis días antes de Juliana y lo increíble que puede ser querer y desear a alguien todo el tiempo.

Llego a la residencia Valdés, tan juvenil, intrigante y con la palabra "Libertinaje" enmarcada desde el jardín.

Toco el timbre y cuando la puerta se abre, una mano me tira muy fuerte al interior.

— ¿Tienes algo que hacer el viernes? — me susurra Juls, guiándome al segundo piso.

— ¿Qué pasa?

Entramos a su habitación, donde hay un montón de maletas y ropa.

— Voy a Chicago, al concierto navideño de ManFul y a buscar departamento. Deberías acompañarme. — me toma de las manos y tira de ella para acercarme a su cuerpo. — Te ves tan preocupada.

Acaricia con sus dedos mi rostro, pasando por las arrugas que se forman en mi frente, luego me da un beso en la mejilla, otro en la punta de la nariz y otro sobre mi mentón, me hace cosquillas, entonces río sin querer.

— Estoy estresada. Manuel sabe lo de nosotras... Mis padres me van a matar en la noche...

Le empiezo a contar mis problemas y ella me escucha mientras me hace caricias y responde con ruiditos.

— ¿Sabes? Llevo varios días averiguando cosas sobre el tema, ya sabes, sobre esto de ser mujeres. — me lleva hasta su cama y me acuesta en ella. — Descubrí que la ley en todos los estados del país nos protege, también en Canadá, gran parte de Europa, Latinoamérica. Cariño, el único problema está en nosotras mismas... No volvamos esto algo trascendental, sólo bésame, toma todo lo que quieras de mí, luego ve y grítale al mundo lo que nos pasa y recuerda, mi amor, aunque nos odien y salga todo mal, yo estaré contigo, porque te quiero y todo lo que siempre hemos buscado no se puede perder así nada más, porque los demás decidan que no les gusta.

Empiezo a desabotonar su camisa, y observar el desquiciado cuerpo de Juliana. Qué sexy es. Yo misma me deshago de mi ropa.

La tiro bajo mi cuerpo, abro todas sus prendas y me aseguro de poder ver su cuerpo enteramente desnudo antes de dar mis primeros toques.

Paso mi mano por sus piernas y luego el abdomen. Me encanta las formas en que su cuerpo reacciona dependiendo del lugar y la forma en que la toque. Me acomodo sobre ella, nuestros cuerpos desnudos se unen totalmente. Qué sensación más placentera.