Valentina's POV
Estamos sentadas en la cama matrimonial del departamento de Howard, mientras Stella va de un lado a otro buscando ropa para mí. En unos minutos me tomará fotos y grabará algunos vídeos para su próximo producto, aprovechando el buen recibimiento que tuvo Juliana en el medio, nada mejor que usar a la "novia" para hacer su anuncio y promocionar la nueva paleta de sombras.
Me sorprende lo condescendientes que somos con Stella y su empresa, literalmente el pudor es inexistente con cualquiera de sus órdenes, no saco pretextos para nada, ni intervengo en lo que ella decida hacer con mi imagen, como si toda la publicidad la estuvieran usando en otro plano dimensional.
Force es una empresa demasiado extravagante, representa los deseos depravados que todos tenemos, pero elegimos no hacer, ni decir.
—Me gusta el amarillo. —dice Stella mostrando un vestido en nuestra dirección. —Pero eres castaña y no quiero darle tanta calidez al producto.
Juliana, que por primera vez levanta los ojos de un libro que tomó sin permiso de la repisa de Howard, "El segundo sexo" y se queda analizando el vestido, o a Stella, no lo sé.
—¿No se supone que de eso va el producto, la naturaleza y demás? —opina secamente volviendo al libro.
—Sí, pero no quiero que Valentina parezca un girasol. — vuelve a meterse en el armario.
—Es verdad, tiene que verse potencialmente sexual para poder ponerle de título "La novia de la chica/chico". — Juliana usa un tono irónico y para nada amable.
Parece un poco disgustada, pero no hace falta decir que es difícil averiguar los sentimientos de la morena.
—No es mi culpa, así se vende más. — responde Stella, como siempre con su prudencia inexistente.
—Dale una identidad propia, no seas misógina. —el tono de Juliana es cabreado.
No me había planteado que tal vez Juliana está enojada con Stella o quizás no le agrada.
— ¿Qué tiene de malo darle un poco de sensualidad a tu novia? —la mujer saca un vestido rojo.
Y entonces me quedo pensando en lo de "Tu novia" viniendo de parte de Stella, y me doy cuenta de que Juliana está enojadísima, tanto que deja el libro a un lado y se sienta totalmente recta en la cama.
—¿Por qué no te pones esa mierda de vestido tú, y te follas a tu marido que falta le hace? —escupe la chica.
Stella le da una mirada fuerte. El ambiente se pone tenso entre las dos, yo estoy observando toda la escena con una almohada en el pecho como escudo.
—¿Estás celosa, Valdés? —ríe con descaro la mujer.
—La verdad, sólo me gustaría que no nos mostraran a un montón de personas como un producto de la rareza aparentemente moderna, que ustedes representan. —le dice.
Nunca había notado con certeza todos los matices de la personalidad de Juliana Valdés. En WeiBull parecía una de esas chicas guapas que hacen parte de una pseudopandilla de gente, que tiene como único propósito en la vida llamar la atención, pero ella está espantosamente alejada de esa descripción, porque es sólo una persona que no quiere ser catalogada de ninguna manera.
Un ser humano que desea sinceramente vivir una vida normal, pero las circunstancias no se lo permiten.
—¿En serio me vas a hablar a mí de rarezas? Creo que la terapeuta que contrató Howard está sobrevalorada. —responde y da la vuelta para seguir buscando en el armario, ignorado el comentario tan hijo de puta que acaba de hacerle a Juliana.
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PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA
RomansaJamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido. Esta historia es una adaptación. Originalmente escrita por iPhary (Autorizada por ella)