CAPÍTULO 39 - ATREVIDOS

2.6K 282 12
                                    

Juliana's POV

Papá y mamá se conocieron en un bar de la Universidad de Chicago y tres meses después estaban esperando el primer hijo, Michel. Fueron muy veloces, tenían solo 23 años y muchos sueños, como cualquier comerciante recién graduado. Tengo algunos vídeos que van desde el año en que se conocieron, hasta después de mi nacimiento, y son increíbles.

En cinco años, se graduaron, tuvieron dos hijos, encontraron un pueblo escondido en el mapa de Illinois y compraron una casa. Viajaron e hicieron muchísimos buenos negocios, escuchaban Rock con sus hijos a todo volumen en esa casa de WeiBull, incluso papá se postuló como candidato para ser alcalde. Estaban terriblemente enamorados, compraron una tienda de música, invitaron a sus amigos a vivir en el pequeño y frío pueblo, eran demasiado geniales... Y en todos esos vídeos inmortalizados en cintas VHS, nunca se vio una cara triste o aburrida, un sólo minuto de mala suerte.

Pero todo ese romance se acabó tan rápido como empezó, nunca vendieron la casa en WeiBull, ni se separaron, ni repartieron a sus hijos en horas semanales.

Me he levantado cada mañana durante diecisiete años mirando la ventana, preguntándome: ¿Por qué al menos no nos llevaron a Chicago? ¿Por qué simplemente nos abandonaron en un lugar tan sombrío? ¿Por qué la gente enamorada es tan estúpida e inconsciente?

— Hola, hermosa. — me susurra Valentina al oído con voz aguada. Está entre dormida y me abraza de cucharita.

Doy la vuelta para apartar mi vista de la ventana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Doy la vuelta para apartar mi vista de la ventana. Me encuentro con un montón de cabello castaño revuelto, lo aparto con mi mano, y entonces ahí está su hermoso rostro y ojos azules entrecerrados.

— Creí que las princesas despertaban peinadas y con rubor natural. — me acerco para darle un corto beso en los labios.

Entonces ella se levanta en sus codos, uno a cada lado de mi pecho y me mira desde arriba con una sonrisa. Su cabello cae a cada lado y roza mi mejilla.

— ¿No te gusta más así? — ahora ella me da un beso. — ¿...que se note lo bien que dormí contigo?

Paso mi mano por su espalda, intentado descubrir si es real la hermosa mujer sobre mí.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora