Valentina's POV
Conduzco hacia mi casa con una sonrisa incontrolable, tengo sintonizada la radio de WeiBull donde se escucha la canción Fluorescent Adolescent de Artic Monkeys, que se siente de maravilla con el frío nocturno de WeiBull y el paisaje victoriano, casi siento que mi auto vuela, pero entonces llego a casa. Me gustaría haber conducido más o besar a Juliana por más tiempo.
No voy a mentir, muero de miedo al pensar que alguien nos descubra. Cuando vi a Delgado casi desfallezco, pero en realidad, ver que alguien sabe sobre nosotras me alivia un poco.
Como puede volverse altamente peligroso algo tan vagamente normal, como es besar a alguien.
«Señorita Carvajal, su padre quiere verla mañana a primera hora en la oficina». Dice Saúl inmediatamente después abrir la puerta de mi casa.
Tomo nota mental y subo a mi habitación. Me siento tan ensimismada con las canciones de rock clásico. Juliana me ha dicho que le encantan, que le encanta todo lo que suene juvenil, incluso si no vivió en aquella época.
A la mañana siguiente me despierto muy temprano, no sé por qué, pero es la primera madrugada en mucho tiempo en la que, al verme en el espejo, me siento lo suficientemente radiante como para salir de casa así tal cual, sin siquiera peinarme. Pero bueno, creo que sólo es mi corazón el que está radiante. Me pongo ropa y voy al despacho de mi padre, al entrar lo encuentro sentado en la silla de su escritorio leyendo unos papeles.
— Hola, Val. ¿Dónde estabas anoche? — pregunta sin levantar la vista.
— Fui a comer con una amiga. — miento.
— ¿Sabes? Estuve viendo unas cosas de la universidad de Boston. —se quita sus lentes. —Hay un programa muy bueno de Leyes y tú terminas la escuela en casi siete meses. Quería hablar sobre lo que vas a hacer después de graduarte.
Ahora pone toda su atención en mí, paso en seco. Ese tema es un poco difícil para mí desde el día en que entré a último año de la escuela. ¿Qué diablos voy a hacer con mi vida? La opción fácil es seguir el linaje, meterme en política, no voy a decir que no me gusta, pero en ese tema jamás tuve la motivación suficiente, por otro lado, no tengo ni idea de que más podría hacer.
— Aún tengo dudas con estudiar Leyes. — digo seriamente.
De repente papá me pone muchísima más atención.
— ¿No te gusta? — me pregunta con una opacidad curiosa en sus ojos azules. Físicamente nos parecemos demasiado. —Sé que estás muy presionada, pero...
— Me gusta. —titubeo. —Pero creo que no he visto más opciones.
— Vamos a ver, Valentina...
Comienza a darme uno de sus discursos. Siempre me gustó escucharlo hablar, lo hace bien, pero ya no es igual, hace mucho tiempo que sus palabras no son tan creíbles para mí.
El problema fue hace unos años, cuando vivíamos en RockFord, Illinois y no conocíamos ni a los Pimentel, ni a los Rincón, ni a WeiBull en general. Tenía 10 años, recuerdo aún a muchos de mis amigos en esa escuela. Papá era del congreso de Illinois y daba discursos, todos lo admiraban, yo posaba orgullosamente en las fotos con él y para mí el mejor día del año era cuando él iba a mi escuela en RockFord para dar unas palabras...
... Pero un día, casi a mitad de otoño, el dió un grandioso discurso sobre "La trascendencia de la honestidad y la supremacía del amor", decía básicamente que las personas honestas rompen fronteras y para ellas lo más importante es el amor, casi lloro de lo hermosas que fueron...
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PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA
Любовные романыJamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido. Esta historia es una adaptación. Originalmente escrita por iPhary (Autorizada por ella)