PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA

CAPÍTULO 17 - MUERTO DE HAMBRE

MARATÓN 2/3

Valentina's POV

—¿Dónde estabas? —pregunta mi padre con tono severo.

—En la casa de una amiga. —respondo nerviosa.

No hace más preguntas y me pide que tome asiento en el enorme comedor, cuando lo hago, percibo las miradas de los padres de Manuel, Esme y ellos mismos sobre mí, como si les aterrara el hecho de que llegué quince minutos tarde.

Empezamos a comer sin intercambiar más que algunas palabras sosas sobre la situación económica del país.

—¿Qué tal la escuela? —el señor Pimentel pregunta para los tres.

—Excelente. —responde su hija, Esme. —Michel fue hace unos días a Chicago para una entrevista de la universidad.

Hoy Juliana me dijo eso sobre su hermano. Hace dos semanas, Esme presentó a Michel a sus padres y la verdad, a los señores Pimentel no les cayó demasiado bien, pero ellos jamás se han metido demasiado en la vida amorosa de ella.

—¿A qué universidad piensa entrar ese muchacho? —esta vez pregunta mi padre.

—Estudiará diseño automotriz, pero aún no decide la universidad. —responde Esme, sin más.

Las tres familias se quedan calladas. Sé lo que significa eso, es desaprobación. A ellos les parece que todo lo que tenga algo artístico, como diseño, arte, literatura, música, es un derivado de estudiar para ser muerto de hambre, entonces en sus mentes simplifican el "Michel estudiará diseño automotriz" a "Michel estudiará para ser un muero de hambre". Pero no lo dicen, sólo se quedan callados y con el tiempo empiezas a entender más los silencios de estas familias, que sus propias palabras.

—Te quedó delicioso, Saúl. —halaga Manuel al mayordomo que está hablando por teléfono. —La pasta carbonara es la favorita de Val.

Me guiña un ojo, yo sonrío, nuestros padres lo notas y sonríen entre ellos. Manuel siempre es muy encantador, tal vez por eso jamás he llegado a considerar en dejarlo, pero es cierto que, como hoy, sólo quiere dar una buena impresión.

—¡Alcalde! Una información importante del jefe de policía. —grita repentinamente Saúl, colgando el teléfono.

—Estamos en cena familiar, Saúl. Puede esperar. —responde mi padre, muy calmado.

—Es sobre la intervención en el Bosque de Pinos, quieren su aprobación para ejecutarla ahora mismo. —dice Saúl.

Mi atención se vuelve repentinamente a ellos.

—¿Intervención en el Bosque de Pinos? ¿Por qué? —hablo por primera vez en la noche.

No me responde, entonces papá se excusa y va hacia su despacho.

—¿Qué sucede? —vuelvo a preguntar, ya que todos los que quedan en la mesa parecen ignorar el tema, menos yo.

—Van a detener las carreras de motos y eso. —me responde Esme.

Entonces mi mente se va lejos de la mesa. Sé que Juliana hace mucho que no está en las carreras, pero ¿y si hoy fue?

Debo avisarle, aunque sea un serio desacato a las normas de mi padre.

Me excuso para ir al baño en medio de la cena. Voy hasta uno muy lejos del comedor e inmediatamente llamo a Juliana. Las dos primeras no las atiende, pero a la tercera llamada escucho un montón de ruido cuando contesta, ruido de motor. Está claro que sí fue a las carreras.

—Valentina Carvajal, ¿eres tú? —una voz masculina aparece en la línea.

—¿Juliana?

Escucho su risa.