Jamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido.
Esta historia es una adaptación. Originalmente escrita por iPhary (Autorizada por ella)
Domingo por la noche, estoy en uno de los pasillos del centro comercial, el único en todo WeiBull.
—Parece que el alcalde quiere prohibir las carreras de motos. —comenta Luciano mientras caminamos. —Mira allá.
Una gran pantalla muestra la publicidad de nuestro alcalde, el señor Carvajal. Ese hombre siempre tiene buenas ideas para destruir las pocas cosas entretenidas que hay en WeiBull. Claramente, yo compito en carreras de motos.
—Hablando del rey de Roma. —le digo a mi amigo, señalando una pequeña pero terriblemente lujosa cafetería.
Estaba nuestro querido alcalde con su esposa e hija, Valentina Carvajal. Aquella familia resalta entre las demás, con sus trajes combinados y porte de querer ser los dueños del mundo.
—¡Vas a cagar la ciudad, pringado! —escucho a Luciano gritar hacia esa cafetería, y toda la gente a varios metros a la redonda, incluyendo a la familia Carvajal, se gira en dirección a mi amigo y a mí.
Quiero que me trague la tierra. Una mirada en específico de esa familia me hace sentir vergüenza. Valentina no frunce el ceño como su padre, sólo da un ligero vistazo a Luciano, luego a mí y vuelve a fijarse en la porcelana fina que contiene su bebida. Tiro del brazo del moreno para irnos de allí, pero a él no le parece suficiente con gritar.
Muestra con muchas ganas su dedo medio, el alcalde dice algo a su familia con el ceño aún muy arrugado.
—¿Qué mierda te pasa? —le reclamo a Luciano cuando ya estamos lejos.
Él sube y baja los hombros, luego sonríe divertido.
—Nada. Ese tipo merece que a veces lo puteen.
Me río internamente.
***
A la mañana siguiente, mientras caminaba por los pasillos de la escuela, me di cuenta de que había al menos seis vitrinas llenas de medallas de Manuel, Valentina y Esmeralda, de fútbol, competencia de matemáticas, ferias de ciencia. Luego, mientras caminaba hacia mi segunda hora de clase, vi varios posters enormes del equipo de baloncesto, y sorprendentemente estaban los tres príncipes en él. Jamás en mi vida he visto a Esmeralda entrenar un deporte y ahí está.
Pero mi sorpresa llegó cuando entré al salón de matemáticas y un grupo de niñas estaban hablando de Valentina. Fui al fondo del salón para no escucharlas, y ahí encontré una camisa deportiva enmarcada, tenía un número 5 y "CARVAJAL" en la parte superior. Casi grito, ella está en todas partes.
Noté algo que me hizo sentir la persona más despistada del mundo, y es que antes de nuestro incidente en el baño de mi casa, casi ni notaba a Valentina Carvajal, sólo me parecía "la novia de Manuel", pero la realidad es que es como una figura pública de WeiBull, una eminencia con su cara y nombre impresos por todas partes.
Pero no me molestaba. Jamás fui de idolatrar a nadie, pero hoy en clase de Matemáticas la observé como cuando miras una película muy entretenida, y no voy a negar que lo mínimo, quise fotografiarla en muchos ángulos.
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