PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINA

CAPÍTULO 73 - ESPACIO VACÍO

Juliana's POV

Me quedo mirando todo el rato atenta a mi novia contando la historia, ella le pone un montón de detalles y explicaciones que se pierden del hilo central, para mí esa forma de divagar es una maravilla.

—¿Sabes qué significa todo eso? —me siento en la cama y tomo sus manos.

—Que tuve un raro flechazo contigo, pero nunca pasó nada. Y luego, en el momento más inconforme de mi vida, imaginé tu collar mientras follaba con mi novio, porque en realidad jamás te había olvidado. —suelta sin tomar aire.

Me quedo un rato pensando la situación con una sonrisa tonta, pero vuelvo al tema rápidamente.

—Pues tal vez, no lo sé... Quería decir que somos trascendentales... Más romántico. —me da un beso rápido en la mejilla.

—Bueno, igual todo esto no resuelve nada. —suelta mis manos.

Las tomo nuevamente y la miro a los ojos.

—En realidad... ¿Sabes?... Yo tengo mi versión. —murmuro.

—Pues sí, pero no es diferente. Ya da un poco igual donde empezó todo...

—Valentina Carvajal, creo que sé cómo empezó todo, pero en plan, mi enfermedad y los problemas, pero... Bueno, es que es difícil para mí...

No sé cómo empezar a hablar, aún no he conectado los puntos de la historia tan rápido como ella.

Entonces la chica de un tirón me saca de la cama, la miro confundida. Me lleva fuera de la habitación.

—¿Qué haces?

—Voy a hacer un mejor trabajo que tu terapeuta de mierda.

Suelto una risa, sabía que tampoco le había caído bien la doctora esa.

Entonces me mete al baño y, sin importarle todo el tema de la higiene, me hace sentar en el piso y ella se hace a horcajas de mis piernas. Intento darle una mirada de que no me interesa hacer nada potencialmente erótico en este lugar, pero me hace callar.

—Yo creía que en este baño nos habíamos conocido. —susurra.

No entiendo por qué susurra, pero le da ambiente a la situación.

—La verdad, no era tan genial... No es bonito. —respondo también en voz baja.

Ella sonríe.

—Ahora tenemos una mejor historia que contar. —me da un beso rápido.

—¿Por qué estamos acá? —levanto una ceja.

Ella respira un poco fuerte, como preparándose para darme un discurso.

—Puedo asegurar con toda sinceridad que recuerdo detalladamente mi infancia, a pesar de que en algún punto de mi vida tuve la obligación de olvidarla. —habla con expresión indefinida. —Mi papá me obligó a olvidar RockFord, y tal vez si no hubiésemos terminado juntas, me habría obligado a olvidarte a ti... A este baño, que no es nada bonito, la verdad, pero sabes... No es algo que pueda hacer, porque es MI vida, nada más que eso. Fueron once años en RockFord. Yo he sido siempre una lesbiana empedernida y a veces la gente te dice que hay cosas que deben ser olvidadas... Pero...

— ...Cómo escapar de nuestros recuerdos, si es lo que somos. —completo su frase.

—Exacto... Somos esa mierda triste que nos pasó en la infancia, todos esos malos recuerdos, y nadie puede decirte que tan importantes son porque... Joder, son TU VIDA.

—Me parece que tus historias de RockFord son intrigantes. —comento.

—También me intriga lo que pasó contigo.