Capítulo 7

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—¿Lucas? —lo llamé y él me miró—

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—¿Lucas? —lo llamé y él me miró—. Quisiera saber a quienes les estamos trayendo las mochilas.

—Las tres chicas más populares e id... — Parecía enojado, aunque trató de controlarse—. Están en último año ahora y suelen aprovecharse de los de primero sobre todo si son becados, se creen todo por tener dinero.

—Entonces tengo mala suerte soy de primero y soy becada.

—Yo también lo fui y fui el único que les dijo que no.

—Yo lo hubiese hecho si hubiese reaccionado, son muy llamativas. —Repliqué con una mueca exagerada.

—Eso es cierto, de una forma u otra saben llamar la atención. —Rió.

—Y ¿por qué las chicas Superpoderosas?

—Porque no encontraron un nombre más ridículo para ponerse.

—La verdad que sí, espero que luego lo recuerden y digan...¿que nos pasaba? Éramos unas idiotas con el cerebro más chico que una nuez.

Él me observó extrañado.

—Nunca te había escuchado enojada así con alguien, es interesante, siempre me pareciste una chica demasiado dulce.

Iba a contestar, pero escuché algo proveniente del pasillo. Me giré y pude ver a tres chicos muy corpulentos molestando a uno que estaba en medio tratando de defenderse, no lo hacía mal, aunque tres contra uno era imposible.

—¿Qué pasa? ¿el riquillo no puede contra los becados? —dijo un pelinegro.

—Sí, en una universidad llena de becados no entran ustedes, ¿cierto? — saltó otro.

—Nunca dije algo así, déjenme en paz— espetó el chico con unos ojos celestes que me hicieron acordar a alguien...

No, no era momento de pensar en él, debía ayudar al chico.

—Ey, ya lo escucharon, déjenlo en paz.

Me acerqué con toda la seguridad del mundo, Lucas quiso frenarme. Claramente, no pudo.

—Miren quien llegó, la defensora de pobres, ¿otra riquilla? —el pelinegro ya estaba comenzado a fastidiarme, agarró la cara del joven al que estaban molestando y lo hizo mirarme— ¿Es amiga tuya?

El pobre chico negó con la cabeza.

—Soy becada imbécil, ahora suéltalo.

Parecía que se lo había tomado muy literal ya que lo tiró al suelo.

—Una becada defendiendo a un rico, algo raro de ver —habló él acercándose a mí, yo no me moví de mi lugar eso pareció sorprenderlo—. Eres valiente niña, me agradas, solo por eso lo dejaré ir.

—Mejor así —le sonreí con falsedad.

El pelinegro se liberó de las garras de los otros dos y se juntó conmigo y con Lucas, sus ojos me agradecían, pero no dijo nada hasta que los bravucones se fueron y soltó todo el aire retenido.

Insane✔ [Dementia #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora