Insane✔ [Dementia #1]

Capítulo 37

Enmascarado

"Mírame con desprecio, verás un idiota. Obsérvame con admiración, verás a tu señor. Contémplame con atención, te verás a ti mismo."

Charles Manson, un hombre famoso por representar la violencia, la locura y perversión. Nunca lo he admirado, nunca lo he despreciado, solo me ha llamado la atención, él logró convencer a muchos de que lo siguieran, asesinaron y dañaron por él ¿un genio? ¿un demente? Depende de cómo lo mires.

Pero allí me encontraba yo mirando hacia el exterior contemplando el bosque con una chica amarrada a una silla detrás mío luego de haber pasado dos días de asesinar a la otra que quedaba y huir; no era muy diferente a ese hombre y lo sabía.

Tiré el cigarro que estaba fumando por la ventana y me iré a ver a mi prisionera, no estaba lastimada, apenas la había tocado, lo suficiente, sin embargo, ella me temía, podía verlo en su expresión por más segura que trataba de mostrarse. Su cabello castaño oscuro le tapaba la mitad de la cara y miraba a otro lado sin hacer contacto visual conmigo. Suspiré y me acerqué con suavidad a ella sacando el mechón que tapaba su rostro y colocándolo detrás de su oreja.

—Creo que ya es el momento.

— ¿Para qué? —preguntó aún sin mirarme.

—Para tú liberación, la lección la has aprendido, no he tenido que tocarte y creo que no deberías tener un final como el de la otra chica, que en paz descanse la pobre.

Ella se estremeció probablemente ante el recuerdo de esa noche.

— ¿Cómo está tu herida?

—Nadie la ha notado por suerte, no fue muy grave, gracias por la preocupación.

Me alteraba no sentir su mirada furiosa sobre mi así que tomé su mentón obligándola a hacerlo, solo que no presencié furia ni angustia.

Sonreí divertido, la solté y volví a observar el bosque.

—Por Dios, te has vuelto loca. —Bufé y no hubo respuesta por su parte— Te liberaré, si sobrevives al bosque y llegas a la ciudad estarás bien, toma esa mochila de allí y vete en cuanto abra la puerta.

Agarré un cuchillo que tenía cerca, uno de los que no tenía sangre, y corté los amarres de la chica frente a mí, esta se puso de pie y, obedeciendo, tomó la mochila. Abrí la puerta y me aparté dejándola escapar, la vi correr a gran velocidad por el camino y cuando estuvo lo bastante lejos, también salí.

Caminé unos segundos y pum. Una explosión hizo añicos todos los vidrios de la casa que acababa de dejar. Sin darme vuelta para verla, seguí avanzando, eso atraería la atención de alguna persona que tal vez si encontraba a la chica la ayudaría, era malo, no un monstruo.

Con Megan un buen susto me habría bastado, pero ella tenía que ser la heroína y escapar, aunque recibió ayuda, la joven pagó con su vida. No me sentía mal, no sentía nada. La había mantenido tan bien cuidada en la casa de mi abuelo que habría jurado que se estaba adaptando, mi error.