Insane✔ [Dementia #1]

Capitulo 9

Al llegar, examiné a mi acompañante y algo me hizo click, tarde, pero lo hizo.

—¿Eres el hermano de Matthew? — pregunté curiosa, él alzó una ceja.

—¿Lo conoces?

Asentí varias veces.

—Soy su vecina del piso diez —respondí y él abrió grande sus ojos.

—¿A la que se folló anoche?

Me ruboricé y negué con la cabeza.

—Esa es Bianca, mi vecina, quien tiene novio —dije bajando la voz con lo último.

—Oh, mal por él.

A todo esto, habíamos entrado y subido en el elevador hasta el piso once ya que el número doce no estaba, nunca había sabido por qué. Terminamos de subir las escaleras y él abrió la puerta de su apartamento. Entré, rogando que no estuviera el chico de ojos grisáceos, aunque fuese su casa.

—¿Matthew? —anunció su llegada su hermano.

Este no respondió, pero bajó de las escaleras con su torso desnudo y una toalla por la cintura, normalmente me hubiese sonrojado, pero esta vez no lo hice. Solo lo observé de arriba abajo y este sonrió con picardía.

—Al parecer tienes visitas, subo a cambiarme.

-Por favor- masculló Marvin viéndolo con ¿enojo? No entendía por qué, aunque tampoco pregunté —. ¿Quieres comer algo?

—Sí por favor.

—Soy vegetariano, pero Matthew no. Si quieres comer algo de carne tenemos.

-—Con una ensalada estoy bien — respondí y él sonrió dirigiéndose a la cocina.

—¿Sabes que los vegetarianos no solo comemos ensalada?

—No quise ofender ni nada por el estilo.

—No lo hiciste, de igual manera iba a hacerme eso —declaró. Yo sonreí y agregó antes de irse—: Siéntete como en casa.

Cuando terminamos la conversación me dediqué a observar el apartamento. Era enorme, yo me lo había imaginado más chico, pero como ocupaba todo un piso era lógico que tuviera ese tamaño. Las paredes y el suelo estaban cubiertos de azulejos blancos lo que le daba una imagen de mucha luz al entrar los rayos de sol por la ventana. Como el mío este tenía un balcón que daba a la calle. Dentro, a su lado, había una biblioteca mucho más grande que la mía que comencé a inspeccionar, quien leía esos libros tenía buen gusto.

—Son míos —soltó una voz detrás mío y me volteé para enfrentarlo.

—Tienes buen gusto —fue lo que logré decir.

—Lo sé.

Como pude notar antes, él no era muy conversador. Y eso era bastante irritante para mi ser.