Capítulo 10

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Silencio

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Silencio.

Toda la cafetería quedó en silencio, cuando después de una semana de la desaparición de Tiffany; ella había reaparecido en medio del recreo con sangre en su vestido celeste, que estaba arruinado, y marcas en su rostro y el resto de su cuerpo. Todos la rodeaban, le preguntaban qué había pasado, como había aparecido allí y como había desaparecido.

Todo había pasado tan rápido que nos había tomado desprevenidos.

Todo había pasado tan rápido que nos había tomado desprevenidos

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Una semana antes...

Me levanté el martes por la mañana con el sol pegándome en la cara. Me desperecé amargamente y me preparé para la universidad a la vez que tomaba un té con unas galletas que tenía guardada en la alacena. Cuando estuve completamente lista me encaminé en mi bici para el Anne Marie llegando justo a tiempo. Ese día paso especialmente rápido.

La primera hora tuvimos filosofía, que fue bastante entretenida, luego tuvimos psicología general donde el profesor nos invitó a quienes ya teníamos el trabajo hecho y presentable que lo expusiéramos. Así hicimos con Marvin, luego pasaron otros dos grupos y sonó el timbre del recreo. Más horas de clase, recreos de por medio, así hasta la hora de salida.

Al otro día nos llevamos la sorpresa.

Hice lo que comenzaba a ser mi rutina, levantarme, desayunar, tomarme una ducha y prepararme para ir al Anne Marie. Allí no esperaba encontrarme con unos padres desesperados igual que una pelirroja y una pelinegra que rodeaban al director de la escuela. Rápidamente me acerqué a Marvin para preguntarle qué había sucedido.

-Tiffany está desaparecida.

- ¿Qué?

-Como escuchaste, desapareció- dijo al lado mío, Lucas.

-Pobre, no es que me caiga bien, pero nunca le desearía algo así a una persona, mira lo preocupados que están sus padres. -Le siguió la pelinegra. Lucas resopló.

-Quizá solo quiere llamar la atención, como lo hizo muchas veces.

-¡Lucas! ¿Cómo puedes decir eso? - exclamó exasperada, Alexa.

-Solo digo que es posible.

Realmente no parecía estar llamando la atención.

El miércoles tuvimos clases normales, sin embargo, llegó el atardecer y todos la buscábamos desde la ciudad hasta el bosque. El jueves, por lo contrario, no tuvimos clases y se formó todo un grupo de búsqueda para ayudar a las personas que habían comenzado a buscarla ya el día anterior, hasta Matthew estaba con nosotros.

El viernes todos estaban más desesperados, hasta los que no la soportaban ni un poco.

El sábado y el domingo descansamos los que el jueves y viernes habían ayudado en la búsqueda, pero aún no había rastro de ella.

El lunes llegué yo sola hasta la cabaña del lago ya que no quería que nadie se enterara de ese lugar, pero no había ni señales de vida y el martes habíamos vuelto al bosque solo con Marvin.

-Esto se está tornando demasiado extraño -le comenté a mi amigo mientras prendíamos la linterna para seguir buscando en el bosque, aunque estuviese atardeciendo.

-Cierto.

-Ya hemos buscado por todos lados, ¿cómo es que no la encontramos todavía?

Marvin se encogió de hombros.

-Tal vez está escondiéndose de quien sabe qué.

La noche comenzó a caer luego de un tiempo más de caminata, Marvin insistió en que nos fuéramos a descansar como los otros, pero yo desistí y me quedé allí diciéndole que se vaya él. Me preguntó varias veces si estaría bien para luego rendirse y dejarme en el bosque solo con una mochila, una linterna y el cansancio que recorría mi cuerpo.

Tiempo después, una niebla empezó a esparcirse, parecía una película de terror, aunque yo no temía. Seguía firme tratando de no temblar por el frío, gotas caían entre los árboles, era una lluvia fría, pero eran apenas unas gotas entre la espesa niebla, aunque sabía que pronto iba a ser mucho más. El temporal estaba muy inestable últimamente.

Me abracé a mí misma y seguí caminando hasta que escuché un ruido y algo pasó corriendo delante mío. Fue algo fugaz, alcance a ver un cuerpo moviéndose entre los arbustos y decidí seguirlo.

- ¿Hola? -me sentí tan idiota haciendo eso, pero debía intentarlo-, ¿Quién eres?

Él se asomó entre las sombras y solo pude ver un rostro tapado por una máscara negra, hizo un gesto de que haga silencio y que no me moviera, pero un grito me sacó de mis cabales. Reconocí su voz, era la de Tiffany.

-Ayuda -gritó.

-Tiffany, voy por ti -amagué a avanzar, pero la persona que estaba frente a mí me bloqueó el camino.

-Madeline, lo siento tanto, no volveré a hacer nada contra nadie -su voz se quebró, estaba por llorar.

-Eso está olvidado ahora debo sacarte de aquí.

Me sorprendió que el chico aún no había atacado ni había hablado, sin embargo, su expresión corporal claramente decía que si iba a buscarla habría serias consecuencias. Avancé un poco más y pude notar que él saco algo que brillaba con la luz de la luna, un cuchillo.

Mi valentía despareció de golpe, él iba armado y yo como mucho podía tirarle la linterna a la cabeza. Miré dónde provenía la voz, luego a la persona frente a mí y por último el camino por el que había venido.

La lluvia se hizo más intensa al igual que la niebla, estaba perdiendo la visibilidad, sino regresaba podría perderme con facilidad. Analicé toda la situación en segundos, funcionaba como una máquina como cuando escribía, ¿qué haría si fuese la protagonista de una historia? Probablemente iría en rescate de la chica, pero yo no tenía posibilidad de salir ilesa. Así que me rendí. Tenía que salir de allí mientras que el chico me dejara libre.

- ¿Tiffany?

- ¿Por qué tardas tanto?

-Tengo compañía, lo siento, debo volver.

- ¿Qué? ¡No! - su grito fue tan desgarrador que me hizo estremecer.

-Lo siento, buscaré ayuda, lo prometo -estaba diciéndolo con tal tranquilidad que casi me olvidaba que tenía a su secuestrador a corta distancia.

Luego de decir esto eché a correr escuchando el llanto de la rubia, mientras maldecía y rezaba. Me sentí terrible al dejarla allí, aunque por alguna razón sentía que eso no iba a terminar mal, bueno peor de lo que ya estaba.

El secuestrador no me hizo daño, no me estaba siguiendo, no le importaba que buscara ayuda, no sabía la razón, pero no lo había hecho. Me dejó ir, tal vez tendría la oportunidad de salvarla, disminuí la velocidad para no tropezar, sentí mi corazón desbocado y como mi pecho subía y bajaba de manera irregular, mi respiración estaba hecha un desastre. Igual agradecía que por lo demás me encontraba sana y salva.

Al ver las luces próximas de la ciudad la tranquilidad me invadió por un segundo, aunque aún seguía preocupada por la chica que había dejado atrás en el bosque. Debía encontrar ayuda y rápido.

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Nota de autora: Les dejo por aquí el nuevo capitulo, las cosas comienzan a ponerse interesantes.

Insane✔ [Dementia #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora