Capitulo 14

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Caminamos un rato largo hasta que llegamos a donde queríamos

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Caminamos un rato largo hasta que llegamos a donde queríamos. Era como un quincho todo vidriado, las huellas entraban allí así que nosotros también. Me pareció demasiado llamativo para ser el lugar donde él se refugiaba, pero tome el picaporte de la puerta sin dudarlo. Cerrado, no era tan idiota como para dejar el lugar abierto.

Me separé de la puerta y observé a mis acompañantes. Sin decir nada, el falso bad boy del grupo se acercó a la entrada y rompió el vidrio para abrir desde adentro. Sus nudillos habían quedado rojos, sangre comenzó a recorrer su muñeca, aunque a él pareció no importarle, solo la sacudió un poco y entró al lugar.

No me había dado cuenta que había quedado boquiabierta, la cerré rápidamente y lo seguí. Por dentro y por fuera era igual de grande, comencé a observar todo tratando de encontrar algo fuera de lugar, pero todo allí parecía totalmente normal.

Había una parrilla en el fondo, una mesa alargada en medio del lugar, y a sus costados tenía bancos con la misma longitud. Las paredes estaban decoradas con cuadros en los espacios que quedaban entre los grandes ventanales. Comencé a golpearlas y mover los cuadros por si había algo inhabitual sin embargo no había nada, recorrí el espacio hasta que me tropecé con algo en el suelo.

Miré y allí estaba una parte del suelo levantado, me agaché y noté que era una escotilla.

—Chicos vengan, encontré algo...

—Shhh —me calló Matthew, no entendía la razón hasta que escuché un zumbido que iba en aumento, reaccioné demasiado tarde.

— ¡Agáchense! —grité cuando los vidrios reventaron, llegué a tirarme bajo la mesa cubriendo mi rostro con mis brazos, la explosión me dejó aturdida.

Me levanté con poca estabilidad, el zumbido aún estaba en mis oídos, pero otro sonido fue el que activó mis alarmas. Un alarido de dolor. Escudriñé el espacio buscando la fuente de ese sonido, en cuanto la ví fui en su dirección. Allí yacía Alexa retorciéndose en el suelo, llena de vidrios en todo su cuerpo y rostro, machando con sangre el suelo y su ropa.

— ¡No! - grité cayendo a su lado—, Ale, Ale.

No sabía qué hacer, si le sacaba todos esos vidrios unos más grandes que otros podría llegar a morir desangrada pero no quería verla sufrir de esa manera, no podía dejarla así.

— ¡Marvin, llama a una ambulancia ¡rápido! —él aún se notaba aturdido, pero asintió con la cabeza y tomó su móvil.

Busque algo con lo que pudiera ayudarla, mis ojos se posaron en Matthew, apoyado en la mesa tratando de estabilizarse, nos observaba sin preocupación ni sentimiento alguno.

— ¡Tú! Se útil y ayúdame con esto —le ordené ya harta de su actitud, él frunció el ceño, pero no dijo nada y avanzó hacia donde estábamos —. ¿Dónde está Lucas?

—En el suelo, desmayado —respondió el castaño sin importancia, mientras observaba a Alexa como analizándola

Yo me puse de pie buscando con la mirada al rubio quien efectivamente estaba en el piso inconsciente, me acerqué a él y traté de despertarlo, no reaccionaba, lo sacudí aún más fuerte.

—Lo siento por esto —dije dándole una bofetada, despertó tomando su mejilla con la mano.

— ¿Eso era necesario?

—Sí lo era, levántate, Alexa está mal herida.

— ¿Qué? —él se puso de pie de golpe y tuve que sostenerlo para que no se cayera por el mareo— Recuérdame que no vuelva a hacer eso.

—La ambulancia está en camino —nos dio esperanza Marv.

—No sobrevivirá —fue la respuesta positiva de Matthew quien estaba sosteniendo la mano de Alexa, ella ya había dejado de retorcerse.

— ¿Cómo lo has hecho?

—No tiene importancia, si no llega ahora la ambulancia, ella morirá.

— ¿No puedes ser más positivo? - Lucas se oía furioso.

—Solo estoy siendo sincero.

—Demasiada sinceridad. - Advertí.

—No soy quien para darle falsas esperanzas.

Yo contuve al rubio antes de que le diera una golpiza al castaño, este solo lo observó divertido y volvió su atención a la pelinegra.

—Miren —exclamó Marvin señalando hacia el bosque, allí había estacionado el vehículo que estábamos esperando.

Actué con rapidez, les abrí la puerta y dejé que entraran. Ellos revisaron a Alexa y la subieron a la camilla para llevarla al hospital, Lucas fue con ella tomando su mano. Nosotros nos quedamos allí mientras comenzaban a preguntarnos qué había pasado. Les explicamos brevemente la historia, les dijimos la ubicación del cuerpo del oficial, como habíamos seguido las huellas que nos condujeron hasta allí donde explotaron los vidrios dejándonos llenos de cortes y a una chica al borde de la muerte.

La policía llegó poco después y con un equipo revisaron el lugar luego de haberles relatado nuevamente a ellos la razón por la que estábamos allí, les conté de la escotilla y ellos fueron a investigar.

Los tres nos quedamos sentados en los bancos. Yo estaba en medio de los dos hermanos pensativa, cuando volvieron a subir los oficiales lo hicieron con armas y otras cosas que no tendría una persona muy cuerda.

—Podemos llevarlos al hospital si quieren.

—Yo voy —afirmé—. Marvin ¿vienes?

Él se levantó y se puso a mi lado como respuesta afirmativa.

— ¿Tú, Matthew?

— ¿Me estás invitando a visitar a una casi muerta? Que halago, pero paso.

Su actitud me iba irritando cada vez más, ¿cómo podía hablar de eso con tal suavidad?

—Bien, como quieras —espeté despectivamente dejándolo solo.

El oficial nos llevó hasta el hospital donde se encontraba Alexa, entramos y nos dirigimos a la sala de espera, allí sentado estaba Lucas con las manos sobre sus piernas que se movían enérgicamente, su nerviosismo saltaba a la vista.

Me paré frente a él y me abrazó, yo le respondí el abrazo con cariño.

—Esto es mi culpa, Mads —farfulló. Me separé de su agarre y lo miré alzando una ceja—. Debía protegerla, desde que nos hicimos amigos hice la promesa de que la protegería de todo lo que le hiciera mal, era muy vulnerable en ese entonces. Rompí mi promesa.

—Ey, si debemos culpar a alguien debe ser a mí, yo los arrastré a todo esto.

—No nos arrastraste a nada, nosotros dijimos que si —yo volví a abrazarlo porque había comenzado a temblar, trate de calmarlo hasta que llegó el doctor.

— ¿Ustedes vienen con la señorita Alexa Dexter? —consultó. Todos asentimos—. Vengan conmigo.

Dicho esto, seguimos al doctor a su despacho.

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Nota de Autora: Espero que les haya gustado la doble actualización, si llegaron hasta acá les regalo un saludo de Matthew

Matthew: ¿Quien dijo que yo haría eso?
Yo: Cállate

Bien, quizá otra cosa jajaja

Nos vemos❤

Insane✔ [Dementia #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora