Insane✔ [Dementia #1]

Capítulo 23

Realmente se me estaba yendo de las manos.

Bailaba, reía, mientras tomaba todo lo que venía, me drogaba y volvía a bailar. Era un ciclo que parecía no tener fin. La música cada vez se escuchaba más fuerte para mí, mis movimientos eran cada vez más sueltos, cada vez sonreía más y me divertía más, cantando a todo pulmón las canciones junto a los desconocidos de la reunión. No me importaba absolutamente nada. De hecho, casi ni escuchaba los pensamientos agobiantes que pedían a gritos que parara.

Madeline escúchame.

Solo los ignoraba y volvía a prestar atención a mi baile y la persona que estaba bailando conmigo en ese momento. No tenía ni idea de quien era puesto que había olvidado su nombre, su historia, hasta casi que no recordaba ni por que estaba allí. Tampoco era que me importara mucho con todo lo que sentía. La adrenalina fluía en mis venas, además del alcohol y las drogas, me sentía más despierta que nunca, más alegre y en más confianza.

Ni siquiera pensaba con coherencia, solo hacía las cosas, nada me frenaba.

—Mads, déjalo ya —iba a por más alcohol o lo que encontrara primero, antes de que Marvin me parara.

—Marvin, cariño, no sabes lo viva que me siento.

—Mañana no te sentirás así.

— ¿Crees que no lo sé? —le escupí con ferocidad. Él arrugó las cejas y me acerqué para susurrarle—. No fue solo una jodida vez, Marvin, no solo fue una.

Le sonreí inconscientemente y me quise soltar de él, pero apretó aún más mi brazo.

—Madeline, despierta.

Madeline escúchalo, despierta.

Mi cabeza comenzó a doler.

Déjalo ya, cariño, por favor.

No, su voz no.

Me estremecí comenzando a reaccionar de a poco, miré a mi alrededor, jeringas en el suelo. Esas jeringas en el suelo.

No, olvídate.

Las botellas desparramadas en el suelo, esas botellas en el suelo.

No, no pienses.

Esa vez sí me solté del agarre de Marvin y comencé a alejarme. Semiconsciente subí las escaleras, encarando para el baño. Debía lavarme la cara. Me apoyé en el lavamanos y tomé agua para esparcírmela en el rostro.

Espabila.

Me miré al espejo.

¿Qué has hecho?

Observé mis manos, en ellas las manchas color carmesí se esparcían. Las lágrimas se acumularon en mis ojos. Sacudí mi cabeza aguantando todo. Los sentimientos me estaban abrumando por completo, no pensaba con claridad, solo quería salir de allí, acabar con todo eso. Las lágrimas aún corrían por mi rostro cuando avancé tambaleándome por el pasillo, por lo mareada que estaba.