It Was All Just a Game

De vuelta a Hogwarts

Harry trató de dormir en el viaje en tren de regreso a Hogwarts. Desde esa noche, esa horrible noche, Harry no había dormido más de 2 horas de confianza. Tendría hasta 6 horas si tenía suerte, pero sus sueños estaban inevitablemente invadidos por pesadillas; destellos de personas torturadas, muertes e incluso el propio Voldemort. Algunas veces él estaría completamente fuera de juego, Ron y Hermione se iban a mirarlo preocupados. La única noche de sueño algo bueno que recibió fue cuando recibió la serpiente de Draco.

El lo extrañaba. Tanto. Lo único que lo ayudó a pasar el verano y el ataque del dementor fue su hurón.
Ese era su patronus. Pensó en Draco cuando lo hizo.

Pero estar lejos de alguien cercano a ti, sin saber si estaba bien, es lo más difícil que puedes soportar.

Un sinfín de posibilidades aparecerían dentro de su oído cada vez que estuviera solo. Draco podría haber sido herido o torturado fácilmente o incluso asesinado por Voldemort. Estos pensamientos consumian su vida cotidiana, formando un pozo de ira en lo más profundo de su corazón. En este momento, Harry era el peor enemigo de Harry.

Mientras el viaje de 4 horas continuaba, Hermione y Ron tuvieron que hacer sus rondas de prefectos, dejando a Harry solo para sí mismo, que era lo último que quería.

Muy pronto, cayó en un sueño inquieto.

La plataforma estaba llena de niños, adolescentes y adultos por igual. Los amigos se estaban reuniendo, saludando y abrazándose. Los padres decían adiós a sus pequeños primeros años, hermanos luchando por el primer abrazo.

Harry caminó por el sendero, buscando a cierta persona especial: Draco. El vapor empeoraba la vista.
¿Cómo podría encontrar a Draco?

Y luego el tiempo se detuvo, y el movimiento disminuyó a una velocidad similar a la de una tortuga. Podía ver una cabeza blanca y rubia de pie en medio de la plataforma, mirando directamente a Harry, con una gran sonrisa en su rostro. Harry caminó aturdido hacia él, sus labios extendidos sobre sus mejillas.

Y luego la sonrisa en la cara de Draco se volvió nefasta, sus ojos de mercurio se volvieron plateados, finalmente pigmentados en rojo. Su nariz se redujo a rendijas y su cabello desapareció. La cara de Harry cayó de la felicidad al miedo y su cicatriz comenzó a arder. No fue hasta que Voldemort se rió con su melodía desgarradora cuando Harry se encontró solo en un tren, golpeándose la cabeza y hormigueando.

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El tren hizo sonar su silbato, lo que indico que llegaron a su destino final. Ron y Hermione habían regresado para encontrarse con Harry fuera del tren. La plataforma estaba vacía, excepto por ellos, un grupo pomposo de Slytherins que caminaban hacia ellos. Harry trató de no sonreír, pero no tuvo la ventaja de que Draco mantuviera una mirada maliciosa.

-Sorprendido de que sigas vivo, Potter. Lástima que los dementores no te llevaron allí mismo. ¿Oh, espera? ¿Qué dementores?- El tono de Draco era más desagradable de lo que Harry recordaba.

-¡Solo mantente alejado de el!- Harry estaba agradecido de que Ron estuviera allí para evitar que golpeara al hurón o de lo contrario lo habría abrazado hasta la muerte.

El grupo de tres se dirigió a los carruajes siguiendo a los Slytherins, quienes agarraron el carro frente a ellos. Harry se sorprendió mirando al rubio, y fue tomado por sorpresa cuando una gran criatura negra resopló, evitando que se topara con él.