It Was All Just a Game

¿Porqué es tan difícil?

Ese sábado, Harry les dijo a sus amigos que había ido a detención y Draco le dijo a Pansy que no lo molestara, ya que ambos fueron al armario secreto para hacer una poción para dormir sin sueños. Harry sin embargo tuvo dudas.

¿Qué pasa si la poción no funciona? ¿Qué pasa si los sueños empeoran?

No es que no tuviera fe en Draco: era brillante en el tema, pero algo en el fondo de su mente lo asustaba.

—Pasa las alas de murciélago— le ordenó Draco a Harry mientras agitaba constantemente la poción verde. Estaban sentados uno frente al otro, un caldero en el medio, con ingredientes que los rodeaban. Ambos muchachos vestían sus camisas blancas de manga larga, con las mangas enrolladas hasta los codos.

Estaba increíblemente húmedo en el pequeño armario, pero parecían ir en cualquier medida para ayudar al niño a dormir. Estuvieron allí por lo que parecieron horas y el sudor goteó de sus caras.

No se habló mucho (a menos que consideres que Draco le ordena a Harry que se acerque), hasta que Harry cruzó el camino y se secó el sudor de la cara con su manga.

—Eres lindo cuando trabajas— sonrió Harry, cuando Draco finalmente levantó la vista de su líquido casi gris y le sonrió a Harry.

—Soy lindo todo el tiempo.

—Encuentro que es una cuestión de opinión— murmuró Harry lo suficientemente fuerte como para que Draco pudiera escuchar. El rubio tomó su toalla y la arrojó a la cara de Harry, solo para poder sacar su sonrisa mientras el otro estaba cegado. —¡Ay!

Draco sacó la lengua en respuesta. —Ya casi termino, tengo 12 vueltas y media más y debería funcionar.

—¿Qué tal 10 y medio y nos besamos para compensar el resto?— Harry guiñó un ojo.

—¿Qué tal si arruino esta poción para que no te duermas durante el próximo siglo?— Draco lo puso de nuevo en una nota seria, pero agregó algo solo para molestar a Harry, —no es de extrañar que seas basura en pociones.

—¡Oye!— Harry trató de comenzar una discusión que terminaría en besos, sin embargo, Draco lo detuvo allí, sin responder y terminando sus últimos 3 turnos.

—¡Allí, terminado! No deberías tener pesadillas, con suerte.— Draco sonrió mientras se peinaba el pelo sudoroso. Vertió el contenido en 20 viles, del tamaño de un tubo de ensayo. Con un movimiento de su varita todos los ingredientes estaban en el estante.

—¿Cómo puedo agradecerte?

—Creo que sé cómo.— Draco rodó sobre Harry y se inclinó listo para devorarlo con sus labios, pero el clic en la manija de la puerta y el primer reflejo de Draco fue golpear a Harry en el estómago, recibiendo un grito del otro.

Hermione entró para encontrar el puño de Harry conectado a la cara de Draco y su voz gritando —¡Te odio tanto!

—¡Chicos chicos chicos!— Hermione hizo lo mejor que pudo para separarlos.

—Woah, ten cuidado, la novia de Harry Potter para salvar su trasero porque él no puede hacerlo por sí mismo— se burló Draco mientras salía corriendo por la puerta.

Si Hermione no lo estuviera reteniendo, Harry lo habría perseguido en un abrir y cerrar de ojos, tal vez seguirlo hasta el bosque donde pudieran besarse.

—Harry, ¿qué fue eso? ¡Pensé que tenías detención!

Harry se sentó en el piso de ladrillo donde él y su novio estaban a punto de besarse, apreciando el suelo, deseando que su relación no fuera tan difícil como lo es.

—Es tan difícil ...— Harry quería gritarle, o posiblemente ir a buscar a Draco, pero no pudo.

—Sé que estás molesto por lo del quidditch, pero debes dejarlo pasar. Sé que es difícil— Hermione se inclinó junto a él, pero él la alejó, levantándose para irse.

—No lo entenderías.— Harry salió de la habitación con los viales en los bolsillos del pantalón.