It Was All Just a Game

Al revés

Después del episodio de Draco, McGonagall les mostró sus salas comunes y les explicó cómo funcionaría. Era una habitación humilde, que retenía los estándares: una chimenea, cómodas sillas y sofás, un par de escritorios aquí y allá junto con la cresta de Hogwarts en exhibición.

Una sola escalera conducía a un largo pasillo que conducía a la habitación de todos. Solo había 10 habitaciones en total, dos camas en cada una, ya que no habían regresado octavo año. Ron y Harry estaban juntos, Draco y Blaise, Dean y Seamus, así como Hermione y otro Gryffindor estaban emparejados, y el resto son irrelevantes en este momento porque esta historia no tiene nada que ver con ellos en este momento.

Cada habitación estaba decorada según las casas originales, pero Draco se sentía menos que en casa, de hecho odiaba todo el lugar. Era como si ya no tuviera un hogar.

Había reglas establecidas, por ejemplo, sin prefectos, sin magia en los pasillos, además de no probar el quidditch, ya que sería una desventaja para aquellos que están en su año válido en Hogwarts. En cambio, los adultos habían asignado horas que podían jugar solos cada dos días. Era bastante justo, pero para Harry en este momento, habría sido una distracción. Sus únicos pensamientos estaban en Draco.

Hablando de Draco, el rubio fue directamente a su habitación sin mirar atrás, pero sintió los ojos de Harry sobre él todo el tiempo, que eran penetrantes.

Harry estaba muerto de miedo y en el momento en que McGonagall se fue, corrió a su habitación, tomó su capa de invisibilidad y robó a Hermione antes de prácticamente correr a la biblioteca.

—Busca cualquier cosa que tenga que ver con los dementores, —dijo Harry antes de arrojarse a los libros. Por una vez, en realidad quería estudiar.

Habían pasado unas pocas horas y no se encontró nada en la pérdida de memoria debido a un ataque de demencia. Era excéntricamente inútil. Harry sacaba su reloj de bolsillo roto cada hora, el dial seguía atascado en 1260. Alrededor de las 4 am, cuando Hermione estaba casi desmayada y Harry comenzó a garabatear el nombre de Draco en su papel para motivarse.

—Her-Hermione, ¿qué crees que suena mejor?— Dijo mientras su mano levantaba su mejilla y la baba estaba en el borde de sus labios. La cabeza de Hermione se alzó como si sonara un despertador.

—¿Qué Harry?

—Harry y Draco Malfoy, o Harry y Draco Potter,— preguntó con una voz plana que se mezclaba con una esperanza infinita.

—Harry, eres un romántico tan desesperado, —dijo sonriendo un poco, solo un poco, pero la incertidumbre se asomó a sus ojos. Ella sabía que él se estaba preparando para el fracaso.

—Porque me gustan más Harry y Draco Potter, pero sabes que es tan terco y siento que cuando se acuerde de mí otra vez podría querer mantener su apellido, ¿sabes?— Parecía casi borracho por la falta de sueño.

—Harry, —dijo a punto de reventar su burbuja inflada, pero él le mostró una mirada que decía 'por favor, no me rompas el corazón otra vez'. —Creo que Harry y Draco Potter. No podría verte como un Malfoy.

Inmediatamente sonrió y apoyó la cabeza sobre su brazo. —Yo tampoco. ¿Has encontrado algo?— Preguntó mientras dibujaba corazones sobre su elección.

—No, —respondió ella con consternación.

—Yo tampoco ... Tal vez esta noche podamos volver y mirar en la sección restringida y-