Deslizándose

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—Draco, tenemos que hablar.— El tono de Blaise era serio, un poco demasiado serio. Estaban en la sala común, Draco durmiendo en el sofá, despertando de otra pesadilla.

—¿Qué pasa Blaise?,— Dijo Draco aturdido, secándose la baba y los ojos hinchados de las lágrimas.

—Acabo de regresar de la cena de Slughorn. Esto no va a sonar bien. No te gustará.

—Realmente no necesito esto ahora,— dijo Draco sentándose.

—Potter estaba allí. Y también la comadreja.

—¿Y?— El corazón de Draco comenzó a acelerarse. Sabía que Harry estaría allí, pero ¿la chica Weasley?

—Estaban coqueteando. Toda la noche. —Los ojos de Draco se abrieron ante la idea antes de tomar la almohada que estaba sentada a su lado y clavarla en la cara de el italiano. —¡¿Por qué demonios fue eso?!— Dijo cubriéndose la nariz.

—Eso es lo que obtienes por mentirme sobre algo tan ridículo,— dijo, con la cara llena de ira.

—¡No estoy mintiendo! ¡Él la defendió y todo! Ella seguía mirándolo como tú lo miras a él.

—¡Harry no me engañaría! ¡Me ama! No me engañaría, ¿verdad?— Draco puso su rostro en sus manos, su voz se volvió silenciosa mientras pensaba en todas las veces que compartían. Harry parecía que  definitivamentelo amaba, pero nuevamente él mismo había sido un caso lamentable últimamente y ¿cómo podía Harry querer estar con alguien así? Y él y la comadreja siempre pasan tiempo juntos, más que Draco y él. Él y Harry solo se han visto, ¿qué? ¿Cinco veces este año? ¡Por el bien de Salazar, prácticamente vivían juntos! ¿Harry se estaba cansando de él?

—Aquí amigo. Creo que necesitarás esto. —Blaise le arrojó la almohada antes de irse al dormitorio, esperando que el sueño lo encuentre antes del partido de quidditch de mañana. Draco tomó la almohada y la arrojó donde estaba antes, recostándose y gritando hasta que su voz fue ronca y las lágrimas cayeron a su mejilla.

Ese maldito armario está arruinando todo.

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Draco se despertó con un Blaise frenético que ya estaba vestido con su uniforme. —¡Draco despierta! ¡Es hora del gran juego!

—No, —murmuró contra la almohada. Se sentía como lodo, lodo que había sido atropellado por un camión de basura. No había dormido mucho esa noche pensando que su mente estaba prácticamente en llamas debido a la misión y al señor oscuro y Harry, principalmente Harry.

—Está en contra de Gryffindor. Potter estará allí, y también la chica Weasley, —le susurró Blaise al oído, recibiendo una reacción inmediata de el rubio que ahora estaba a medio camino de su atuendo de quidditch de Slytherin. Bajaron al campo, la nieve les soplaba por el pelo, enfriando sus cuerpos hasta sentirse como en piedra.

Ya se habían perdido la charla animada, que a Draco inicialmente no le importaba. Era lo mismo de siempre todos los años y, francamente, prefería dormir antes que escuchar a quien decidiera darle este juego. El equipo se alineó, buscadores al frente, esperando que se llamaran sus nombres. Draco miró hacia el puesto de Gryffindor, del cual se arrepintió inicialmente al ver que la comadreja no podía quitarle las manos de encima a su Harry.

It Was All Just a GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora