It Was All Just a Game

Quidditch

El viento rasgó el cabello de Harry mientras buscaba la snitch dorada. El campo estaba cubierto de verde y rojo, los miembros de la escuela cambiaban a cualquier lado que quisieran ganar (principalmente a Gryffindor). Los jugadores estaban asaltando el aire como un tornado rápido, lanzando una quaffle como si no fuera asunto del cuerpo.

Harry se sentó 2000 pies en el aire, girando la cabeza y los ojos buscando cualquier movimiento inusual. Los Gryffindor estaban en su formación en forma de V habitual, Slytherins girando a su alrededor, intentando romperlo.

Escuchó un zoom detrás de él, lo que le hizo darse la vuelta para ver a un git de cabello rubio y ojos plateados.

—¡Tan concentrado Potter! Sería una pena que alguien te distrajera.—Él sonrió de lado. Harry solo rodó los ojos en respuesta.

—¡Otro puntaje para Slytherin!— Lee Jordan gritó cuando Ron perdió otra quaffle.

—Vamos Ron.— Harry murmuró por lo bajo. Pero los aplausos no eran normales viniendo del lado verde del estadio. Podía escuchar —¡Weasley es nuestro rey! ¡Siempre deja entrar la quaffle!

Alrededor de los enérgicos Slytherins, Ron perdió otro gol. Estaba afectando su forma de tocar, y Harry se dio cuenta de eso.

—Qué- — comenzó Harry hasta que vio un fragmento de un oro brillante en el lado sur del estrado. Antes de que pudiera contemplar con Malfoy, se zambulló en la aspiración de atrapar la snitch. Draco lo siguió rápidamente, como si fuera el vagón de cola de un tren, sin dejar nunca la cola.

El viento estaba amortiguando todos los vítores de la multitud cuando Harry se acercó y Draco lo alcanzó para estar uno al lado del otro. Draco y Harry comenzaron a empujarse el uno al otro con la esperanza de detener su oportunidad de atrapar la snitch. No fue hasta que tocaron el suelo cuando Harry tenía una bola dorada rodeada en su puño.

—¡Harry Potter atrapó la snitch!— Los Gryffindors ganaron pero ninguno del equipo estaba contento. Los Slytherin eran muy desagradables para ellos, y no estaban contentos con eso. La canción era inconcidible y vana. Harry no estaba muy molesto por eso hasta que escuchó a Malfoy morder más de lo que podía masticar.

—¿Te gusta la canción Potter? Lo escribí yo mismo.— Harry se acercó a la jactanciosa serpiente dándole una verdadera mirada intimidante.

—¡Cállate, Malfoy!

—Tenía muchas ganas de agregar algunos versos más, pero no pude encontrar nada que coincidiera con las palabras 'apestoso'— se rió sonriendo a sus amigos.

—Dije cállate,— gruñó Harry, acercándose a él.

—¿Cómo es vivir con los Weasley? Me imagino un montón de vermones. Pero, de nuevo, ¿no era tu madre de la misma manera? Puedo imaginar qué tipo de orzuelo de cerdo solían ...

Harry no pudo evitar estar lanzando tantos puños a Draco como pudo. Actuando sobre su personalidad Draco o su personalidad Malfoy; lo que dijo fue completamente de la mano.

Arrodillándose, golpeando y pateando al rubio tanto como pudo, no escuchó el silbato y no sintió que la señora Hooch lo alejara del malvado mocoso.

Todo en lo que podía concentrarse era en la cara frente a él y la sangre cubriendo sus nudillos. La sangre de Draco. 

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