¡Si son reales! Vs. ¡No son reales!

32

" Un sentimiento extraño ".

Se refugiaron en una cafetería por el frío en sus cuerpos, Minseo temblaba mientras se frotaba sus manos, Yunseong pudo ver como el menor moría de frío decidió tomar sus manos llevándolos hacia su boca para tirar aire.

El menor se impresionó se estaba dando cuenta que Yunseong ya no es el mismo Yunseong que conocía. Bueno, sigue siendo el Yunseong que conoció pero aquel sentimiento extraño que los invade, lo esta cambiando por completamente. Ninguno sabía que ese sentimiento extraño los esta cambiando de igual manera y eso asusta a Minseo.

-¿Mejor?.

-S-si.

-Ve a buscar un lugar, ¿Si? Pediré algo para nosotros.

-¿Un postre también?.

-Posiblemente.

-Hyung~.

-Tú solamente ve.

Hwang dio vuelta al menor empujándolo para que este caminara y fuera a buscar un lugar donde puedan sentarse. A penas el menor desapareció de su campo de visión, camino hacia la caja para pedir sus órdenes, necesitaban algo caliente ya antes de que se sigan congelando por completo.

" Mientras tanto "

En el dormitorio de los woollimz, uno de los abandonados se despertó. Revolvió sus cabellos castaños, bostezó y se estiro con los ojos cerrados. Observando a su alrededor se sorprendió enormemente cuando vio a un chico de cabellos rubios durmiendo tierna mente a su lado.

Se quedo mirándolo por unos segundos, concentrado en cada fracción que había en su pequeño e inocente rostro, instintivamente llevó su mano a la mejilla del menor y la acaricio dulcemente sintiéndose bien.

El menor se removió, pero aquello no detuvo al mayor de sus acciones. Él siguió, y siguió acariciándolo hasta que el menor despertó por completo.

-Buenos días, bebé.

-¿H-hyeop hyung?.

-Hey, ¿No hay buenos días para tú hyung?.

-Buenos días, Hyeop hyung -Saludo perezosamente el menor Lee.

-Así me gusta~.

Hyeop no tuvo en cuenta sus acciones, simplemente por impulso beso la coronilla del menor sin tener en cuenta de los latidos desenfrenados del inocente y puro corazón del menor. Si, Lee Sungjun estaba acabado con ese sentimiento extraño que invadía su interior gracias a Lee Hyeop. 

" De vuelta con Hwang & Kim ".

Minseo veía la ventana, veía atento como caía la primera nevada. Pensó que tenía una de las mejores vistas en este momento, solo le faltaba un poco de compañía y café, uno que pueda calentarlo.

También, pensó que quería quedarse de esa forma. Sin muchas preocupaciones, sin tantas labores y quizás... amar sin fronteras pero esa persona que quiere es muy difícil de acceder. Demasiado, para ser sinceros, ni siquiera estaba seguro de seguir con ese extraño sentimiento que siempre se había presente cada vez que estaba con él. 

-¿Sabes? Los ancianos dicen que cuando una persona ve la primera nevada junto a otra persona, se enamoran.

El menor volteo sorprendido volviendo a la realidad, frente a él, había café con leche junto un pequeño pastel. Sus ojos brillaron intensamente ante el delicioso postre que se encontraba frente a sus ojos. Por otro lado, Yunseong sonrió por lo tierno que se ve el menor, cuando el mostraba esa linda faceta le es inevitable no sonreír o sentirse alegre.

-¿Te gusta?.

-Me gusta -Sonrió Minseo.

-Eso es bueno.

-Por cierto -Minseo alzo la vista para ver a Yunseong- ¿Acabas de decir que si vemos la primera nevada me enamoraré de ti?.

-Posiblemente.

-¿No te afecta?.

-¿Afectarme? ¿Por qué?.

Minseo ladeo la cabeza confundido, no podía creer lo que había dicho, ¿Este era el mismo Yunseong qué conoció hace meses?. De repente, la mano del mayor acariciaba dulcemente su cabeza, se sentía como un niño pequeño siendo mimado.

Si, este es un sentimiento extraño, el sentimiento extraño el cual sabe su nombre pero teme decir en voz alta. Lo último que quería admitir era ese sentimiento extraño que hace revolotear su estómago ese sentimiento que hace que su corazón se sienta emocionado con cualquier cosa que haga Hwang Yunseong.

-¿Qué es esto?.

-¿Qué es qué?.

-Este sentimiento extraño que tengo.

El menor sintió un verdadero temor, uno que había estado sintiendo hace tiempo desde que tienen una etiqueta extraña pero por ahora, solo había una solución a su temor.

-Es mejor que no lo sepas aún.

-¿Por qué?.

-No podrías soportarlo.

-Pero...

-Algún día, te lo diré que significa ese sentimiento extraño que tienes.

-De acuerdo, confió en ti.

-Ahora siéntate, este pastel no se comerá solo.

La tristeza fue reemplazada rápidamente en alegría. Pero algo no espero Minseo, y fue que Yunseong le haya robado un beso, un poco asustado miro a todos lados pero al parecer, el mayor fue demasiado calculador y lo beso sabiendo que no había nadie a su alrededor.

-Pudieron a vernos visto.

-Claro, si hubiera alguien.

-Tonto hyung.

-Hey~ ahora por eso, te dejaré sin pastel.

-No, hyung.

-Es tu merecido por malo.

Si, ese sentimiento extraño los hacía actuar como dos niños. Unos niños juguetones, traviesos, cruzando la línea de lo prohibido. Demasiado prohibido.

" En otro lado ".

Las dos personas que captaron el momento se quedaron sin habla, uno de ellos tenía razón, pronto cruzarían la línea y cuando eso suceda todo se derrumbara y habrá más de un corazón roto.

-Hyung.... estoy teniendo ese sentimiento extraño y-y no me gusta, para nada -Admitió nervioso el menor-. H-hyung, ¿Qué hacemos? -Preguntó sintiéndose ansioso.

-Hey, pequeño -El mayor tomo las mejillas del menor, tenían mucha suerte de no ser captados- Es muy tarde para hacer algo y lo sabemos bien, lo único que podemos hacer ahora es estar en el momento que todo explote y ayudar.

-P-pero... lo perderemos, se irá, huirá, renunciará a todo solamente porque no podrá aceptarlo.

-¿Confías en mí?.

-Sabes bien que confió en ti, hyung.

-Entonces, créeme, no dejaremos que se vaya. De alguna o de otra forma lo convenceremos para que se quede y no renuncié solo por esto.

-De acuerdo.

-Ya no te preocupes, ¿Esta bien?.

-Bien.

Un beso, un dulce beso en sus labios fue lo que recibió. A pesar de que ese sentimiento extraño se hace más intenso con solo repetir la escena que acaba de presenciar en su mente, el mayor a su lado la desvanecía completamente.

Ese sentimiento extraño no era nada comparado con la paz que le suele obtorgar el mayor con solo un beso, un abrazó o unas palabras que le deba el mayor.