Mi Maestro

Evidencias

EMILIANO*

—espera, ¿te gusta donde estamos?

—me encanta emiliano—sonríe emocionada.

—eso me hace feliz, quisiera quedarme por siempre aqui contigo.

—Emiliano puedo saber que sientes por mi?

Suspiro y se que tarde o temprano ella me preguntaria por nuestra relación.

—no se como explicar esto que siebto por ti; simplemente cada vez que yo la cago contigo me siento fatal, siento que sin ti no soy nada ni nadie, te pienso dia y noche, y solo ansio tenerte junto a mi, eres como un aire, como el aire que en cualquier momento podria esfumarse.

Natalia eres mi aire.

—seremos pareja, no es por presionarte—dice nerviosa—pero quiero saber si tu y yo.......

No dejo que termine de hablar y me acerco a ella; tomo su rostro entre mis manos y uno mis labios a los suyos, es un beso lento y sin prisa, le demuestro que este sentimiento que no habia vuelto a sentir por nadie mas me esta dejando loco, ella simplemente es mi aire.

—si este beso no te demuestra que somos, no se que mas lo hara, tú Natalia eres mi aire para vivir.

Ella lleva sus manos alrededor de mi cabeza y me sonríe, una lagrima resbala por su mejilla y la limpio con mi lengua.

—emiliano yo estoy enamorada de ti.

—lo se nena, lo se, yo igual pero me cuesta aceptarlo—le digo nervioso—eres como una luz que llego radiante, me cegaste con tu inocencia y cada dia me sorprendes.

Estoy por hacerla mía, pero la puerta es tocada.

—disculpe por molestarlo señor Emiliano, pero lo llaman por el teléfono, es su abogado.

—ahora voy—le contesto.

Ahora que rayos querra; es el único que sabe de la casa y el número.

—ahora regreso venadita—le digo, me acerco a ella y la beso apasionadamente.

Me ire, si no mi amigo esperara hasta el día siguiente—dicho esto salgo y le güiño el ojo.

—Bueno, Fabian, dime que es tan importante que tuviste que localizarme aquí.

—señor Emiliano disculpe que lo marque, pero no contestaba su teléfono asi que tuve que agotar todos los que me tiene dado, hasta que di con usted, necesita regresar inmediatamente a la capital. La señorita Jessica lo esta acusando de violación, y los medios se han vuelto locos, tengo a mas de 50 reporteros en la puerta de tu casa, tus hoteles e incluso en el de tu madre, hace apenas tres horas que se supo y ya lo saben toda la ciudad.

—¿pero de que mierda estas hablando? —le grito, yo no me encuentro en la ciudad y tu muy bien lo sabes.

—señor lo se perfectamente; y podemos probar su inocencia, pero la prensa lo esta comiendo vivo, y como no saben de su paradero dicen que usted huyo, convirtiendolo en un profugo.

—esto es in vil mentira y mierda, necesito que resuelvas esto, calma a los medios, yo llegare en una hora ahí.

  —señor, la policía quiere detenerlo.

—no me digas—le contesto sarcástico.

—puedo probar mi inocencia. Pero dime algo, ¿ya viste a esa reportera, jessica?

—señor, ella permitió que su periodico saque la noticia e imagenes, sinceramente a esa chica algo le hicieron y lo culpa a usted.

—¡maldita mujer! Ok, mira, manda a tres hombres a la casa de mi madre, mantenla vigilada, se sentira acosada, anuncia a la prensa que no huí, dare una conferencia a los medios dentro de una hora.