- sin duda alguna debo estar alucinando- me río.
eso de estar escuchando la maldita voz del lobo que me dejo calenturienta, me tiene mal.
¿y si el profesor es el lobo? ¡naaa! en serio estoy quedando loca, como se me ocurre eso, el profesor se ve una persona recta y seria, asi que mejor dejo de ver cosas donde ni hay, aunque no negaría que este profe me de muy duro por donde no me de el sol, ya se imaginan por donde ¿no? ¡dios! dejare de pensar eso, que siento que hay demasiado calor en el salón, o soy yo la que ardo.-¿señorita Blanco se encuentra bien? -me pregunta el profesor.
-si profesor Jason-le contesto titubeante y roja de la vergüenza.
- estaba explicando una clase y usted se puso hacer sonidos raros.-me dice y me mira intrigante, esperando una respuesta.
-lo siento profesor-contesto-, es que ando distraída, pero no vuelve a suceder-me disculpo y muestro una sonrisa.
-espero que no, o la sacare del salón, preste atención por favor
- me riñe y advierte.-si-le digo y muevo la cabeza en respuesta -¡rayos! acasó sera que lo sigo haciendo mi hermana y Ara me han dicho que fantaseo despierta.
-Natalia, ¿que andabas pensando cochinota?-me pregunta mi compañera de atrás, todos te escuchamos, pareciera que tenía un orgasmo en plena clase, y más con el profe, no te culpo hasta yo eh soñado con ese bombón - se ríe y burla de mí.
-¡ohh por dios! lo eh dicho, debo dejar de soñar despierta, mi cerebro me traiciona, y ahora toda la clase escucho esos sonidos, tragamé tierra y escupemé en el infierno, claro pero que en el infierno esten, Tom Welling, o de perdido Chris Evans, con esos diablos recontenta voy al infierno, ¡por dios! dejare de soñar, si no me expulsaran de clase. Me tapo el rostro con las manos, esto no me esta gustando, hoy debere perder mi virginidad o este fuego me quemara, tan caliente que estoy hasta guapo me parecera el señor de bus, un gordito panzón, bigotudo y con un sentido del humor muy grande.
-señorita Blanco, usted se queda al final-me dice el profesor al terminar la clase y todos silvan.
-silencio-grita el profesor-no tolero esa falta de respeto, o para la proxima los castigare.-indica.
Todos salen del salón y yo lentamente o mejor dicho haciendo tiempo, metó mi libreta y lap en mi mochila, estoy nerviosa, no se que me dira el profe, es la primera vez que me habla. Todos salen quedando solamente él y yo, me acerco a su escritorio con los pies temblorosos.
-aqui me tiene profesor Jason, -digo-para que me necesita.
-bien, primero que nada, espero no vuelva a ocurrir lo de hoy, estaba explicando mi clase cuando de pronto usted empezo hacer sonidos muy raros, no dire a que sonaron, pero la clase dejo de prestarme atención a mí, para darsela a usted, eh visto que usted es buena alumna, por favor esto que paso hoy que no se vuelva a repetir -me dice, y me ve fijamente.
-le prometo profesor que no volvera a ocurrir-le digo seria -si es todo ya es hora que me vaya- le digo nerviosa.
-si es todo señorita Blanco, que tenga lindo día- me dice.
—igualmente profesor—le respondo.
El se lavanta y sale conmigo del salón, caminamos en silencio hasta la calle. El marcha a su auto y yo me quedo parada entrada esperando un taxi.
—por cierto señorita blanco—me dice deteniendo el auto a mi lado, y bajando su cristal.
¡lindos gemidos! espero ser yo, el causante de ello,—me güiña un ojo y se marcha.
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Mi Maestro
AcakNatalia estaba por cumplir 18 años, cuando su hermana Betty le regala una sesión de sexo, ahí conoce a Emiliano un Maestro del sexo, el cual le propone enseñarla, ella acepta y ambos juegan un juego muy peligroso, en el cual el que se enamora pierde.