Mi Maestro

Con ganas de mas.

-Acuestate en la cama venadita- me ordena.

Obedezco sus ordenes sin decir nada, ni oponerme, temblorosa y exitada por lo que sucedera me recuesto y cierro los ojos.

- Pero que tentación mas grande tengo frente mis ojos, ya note que te gusta cerrar los ojos, entonces esto se pondra mas interesante.

- ¡soy virgen! - le digo nerviosa.

-esto sera mucho mejor entonces- me contesta acercandose y tapando mis ojos con una corbata, dejandome a ciegas.

-es mucha ropa.

El comienza a desvestirme, lentamente y tortuosa, siento el roze de sus dedos en mi piel, sus toques me queman, tal vez por que por primera vez en mi vida quiero hacerlo, y que este hombre que apenas diez minutos conozco, me tome y me haga suya. Es su voz y como un imán que tiene que me atrae.

[[este hombre es un lobo y yo sere su cena]]

El besa mi ombligo, eso causa estragos en mi sistema, inmediatamente comienzo a retorcerme de placer, me toma ambas manos y las sujeta con esposas, creo que son esposas por el sonido  del click, estoy atada en la cabecera de la cama y expuesta solamente para que el haga conmigo lo que desee.

-tranquila, no te comere, aún- me susurra.

No lo hare, hasta que primero sepas de lo que soy capaz de hacer, te vez tan linda, hoy hare algo especial contigo, me informarón que es tu cumpleaños, tratare de darte mi mejor regalo.

- ¿perdere mi virginidad?- le pregunto con vergüenza.

- ¡shhhh!- pone un dedo en mi labio.

Solo siente y goza venadita.

-oye  mi nombre es, voy a decirle, pero el me pone la palma de la mano en mi boca.

-no venadita, no necesito saberlo, yo te llamo venadita y tu solamente me dices maestro- no le contesto y solo muevo mi cabeza como respuesta.

Sus manos rozan mis senos y pellizca lentamente mis pezones, eso ocasiona que se pongan erectos y duros, necesito que me bese, necesito que lo haga, quiero por una necesidad loca probar sus exquisitos labios, fue lo primero que me llamo la atención, no se como sera su rostro, sus ojos en realidad de que color seran, con la luz se vieron negros al igual que azul obscuro, su loción me esta dejando loca,  esta matando lentamente las pocas neuronas que tengo activas, ahora no pienso, soy solo sensación y placer.

Sus labios se posan en los míos, y juro por dios que son exquisítos, introduce su lengua y juega con la mía, nuestros dientes chocan, cuando sus dedos le dan un placer tortuoso a mis pezones, se hace a un lado cuando el se queda sin aire, sus labios ahora exploran todo mi cuello, y baja su boca a mis pezones, las cuales siento como si palpitaran, en su boca introduce mi pezón izquierdo, y chupa despacio torturandome con un gran placer, siento un poco de dolor en el otro, como si lo haya pellizcado con algun objeto, pero no es doloroso si no mas bien exitante, muerde y lame, no me aguanto mas y me corro en ese preciso momento sin poder evitarlo.

- vaya pero que sorpresa venadita, eres muy perseptiva, eso es bueno, pero todavia empezamos, asi que falta.

- lo siento- le contesto apenada y con dificultad.

- no lo sientas, te dije que esta noche gozaras, solo siente.

Con sus mano toma mis piernas y las abre, intento cerrarlas pero me es imposible, siento si lengua penetrar mi vagina, juguetea con mi clítoris, su aliento es caliente, sus dedos expertos abren mis labios vaginales, y lleva su lengua hasta lo mas profundo, mis fluidos de mi primera corrida estoy segura que ya los tomo, me voltea dejandome con las nalgas a su disposición, abre mis nalgas y chupa desde atrás mi vagina, su movimiento de lengua me lleva a la cima del placer y quiero mas, quiero que me haga suya. Empujo mis caderas buscando mas contacto con su lengua, mis gemidos estoy segura que si la música no estuviera tan fuerte la escucharía todo el bar, muerde mi clítoris y lo estira, hasta que suelta mi pezon que tenía pellizcado con algun objeto y nuevamente me corro en un orgasmo fuerte, tanto que no siento las piernas mi los dedos de ellas.

Estoy agotada, dos orgasmos en una noche son una maravilla, espero que ahora me haga perder la virginidad de una buena vez. Tengo cerrados los ojos con la venda puesta, cuando siento que me suelta de las esposas y me acaricia las muñecas, permanezco recostada esperando su proximo movimiento, pero eso no llega.

Siento que el camina alrededor de la habitación, y de pronto no escucho nada.

Me retiro la corbata y sorpresa la habitación esta vacía.

- Hola maestro, ¿donde estas? - me levanto de la cama desnuda y comienzo a buscarlo.

Observo detrás de la cortina y no esta.

-¡maldito! me dejo con ganas de mas- exclamo frustrada e irritada.

Con el enojo comienzo a vestirme velozmente, pero mis bragas no las encuentro por ningun lado, alzo la sabana y noto un papel.

Nota:
venadita espero que hayas disfrutado la noche, me encantaste, con amor .

"El Lobo"

-pero que piensa ese tonto, que lo volvere a buscar, ni loca.......

¿Que piensan que Natalia lo buscara otra vez?