Mi Maestro

Quedate junto a mi

En este momento de mi vida es donde siento que algo en mi a cambiado, me eh perdonado y compredido que lo que paso con Dulce no estuvo en mis manos, eso es un dulce pasado que siempre tendre y nunca borrare, ahora Natalia es mi presente y quiero que permanezca siempre junto a mi.

—¿pedro crees que ella acepte?—le pregunto muy nervioso.

—estoy seguro que esa mujer se muere totalmente por ti, no tengas miedo, a leguas se nota que su amor es mutuo.—me asegura y siento que mis nervios se disipan un poco.

—¿la hermana ya llego?

—de echo la trajo Mateo, y no vino sola, trajo al novio, que por cierto no esta nada mal.

—se me olvidaba esos gustos raros que tienes—lo empujo y le golpeo el hombro.

—¡hombre! Tienes pesado la mano—se queja—pero no se que te sorprende, si te invite a la orgía y no quisiste.

—¡paso! — me río—claro que me encanta coger, pero con mujeres, los hombres no son lo mío.

—igual a mi me encantan las mujeres,  y digo mujeres por que no estoy listo para una sola.

—¡ohhh! Ya te vere Pedro, ya te vere—me mofo de el.

—amigo las mujeres con las que ando saben perfectamente lo único que pueden obtener de mi.

—¿y eso es? —le pregunto.

—mi pene por supuesto—responde serio.

—bueno creo que es hora de bajar—le comento mientras bajamos las escaleras para ver a mis amigos.

—por cierto Pedro no quiero que te pelees con Hermes, sabes perfectamente que a el le encanta molestarte.

—pues diselo a él,  que es un presumido de lo peor, pero ya nos conoces—se excusa.

—solo promete que tus negocios quedaran fuera de esto—le advierto.

—Emiliano, yo no queria involucrarte y lo sabes perfectamente bien, pero amigo, mi padre te conoce y ahora debes tener mas cuidado.

—bien, no le tengo miedo, espero que llegue aquí y como buen mexicano le dare una bienvenida si llega a tocarme.

—¡noo! Queda prohibido que tu intervengas, esto es algo mio y yo lo resolvere. Se que Hermes igual querrá ajustar cuentas con el, por eso estamos juntos.

—ok amigo, solo cuidate—le advierto.

Bajamos y ahí recibimos  a todos mis amigos.

—¡vaya hombre! Has quedado mas viejo—camina junto a mi Bruno y me da un fuerte saludo y abrazo—es bueno volver a verte.

—¿que tal el viaje? —le pregunto.

—cansado, pero todo por ver que noticia nos tienes, la intriga a echo que me tome dos coñacs, de tu alacena y tu mamá amablemente me a echo platica.

—¿que tal los negocios?

—bien, ya sabes cada día mas rico—presume—¿pero me has echo venir solo para preguntarme de los negocios?

—si—le contesto, no aguanto mas y río.

—¡bien! —dice rendido—no preguntare mas, mejor me esperare a ver que noticia nos tienes.

—¡aquí esta el mas sexi del clan! —da un grito Alexander, típico de el.
Pasa saludando a todos y viene a saludarme.

—¡Hola nenes!

—¡buahhjj! —dice Pedro.

—llego el gritón de Alexander—contesta Hermes, colocandose a mi lado y tomandose un trago.