Presunto culpable

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NARRADOR.

—¿Estas muy segura de hacerlo sabes que el te tiene amenazada? —le pregunta inseguro.

—sabes nene, eh aprendido mucho en estos dias, la primera es no confiar en nadie, ni en mi propia sombra, contigo tengo echo un trato y te tolero, hasta ahí nomás, bueno igual por que coges rico, pero no me interesas, el unico que me interesa es Emiliano, y primero me mato si no obtengo lo que quiero de él.

—¿y crees que te creerán?

—por supuesto, quien no le creería a una pobre y tierna  reportera siendo ultrajada por un millonario el cual no quiere que se sepa que el es violador por temor a perder su credibilidad, estatús y posición social.

—En serio que estas enferma, ¿y como rayos haras que crean que el te violó?

—muy, muy fácil bebe, ahí entraras tú, debes golpearme, o violarme para ser mas especifica.

—¡pero es que tu te has vuelto loca!, por ningún motivo hare esa atrócidad.

—vamos bebe, ¿no me digas que no te exita? Se perfectamente tu pasado, incluso tu topsecret,  ya sabes dón de reportera.—camina hacia el y se sube encima frotando su parte íntima.

—cariño, violación es oponerse y tú eres una zorra muy fácil, abres las piernas a cualquiera.

—¿quieres que ponga resistencia y grite ¿no?, eso le gusta a los violadores, resistencia, y llanto, bien tratare de fingir.

Ella se levanta y le pega un bofetada, sonríe malevóla y le güiña el ojo.

—¡te dije que no me toques cerdo asqueroso!— se soba la mano y finge llorar.

—¿¡pero que putas te sucede!? —EL hombre se levanta y le grita molesto sobandose la mejilla.

—tú, tu no me vuelvas a tocar, eres un cerdo, ademas estoy segura que tienes el pito pequeño y solo violandome quieres demostrar que no es verdad, pero te equivocas, en realidad la tienes pequeña, impotente y violador.

Ella se estremecia y sabia que su plan estaba funcionando a la perfección, ella era un maestra del engaño y las mentiras, con sus chantajes siempre obtenía lo que ella deseara, y el por como estaba reaccionando habia entrado en su juego.

—¿que putas dijiste pinche zorra de mierda? Que soy un impotente, eso si que no, tu muy bien sabes que la tengo enorme.—se acerco lentamente hacia la mujer la tomo de las manos y la sacudió, —retractate ¡estúpida!

—no, ¡auxilio! —comenzo a gritar fuerte.—¡ayuda! Este hombre me quiere violar, es un maldito cerdo  impotente.

El hombre cegado por el enojo y la furia la solto y le golpeo la mejilla, parte del pómulo y ojo, ella cayo noqueada en el piso, pero aún conciente, intento levantarse pero el hombre perdiendo sus pocas neuronas lúcidas que tenía no lo permitió, se abalanzo y le desgarro la ropa dejando solo el sostén, nuevamente le pego en el rostro con el puño cerrado causandole heridas en el labio, el cual ya salian pequeños hilos de sangre.

Por su parte la mujer ya no sonreía, ahora lágrimas bajaban de sus ojos arrepintiendose por haber provocado a un mounstro, ella sabia que el era un mounstro con fachada de ángel, sabía por que siempre escogía esa profesión, el era un mounstro al acecho de jovencitas que al final terminaban muertas y sin rostro, era astuto, nunca déjaba evidencia, pero ella investigo y supo que las descripciones coincidian con el. Atando cabos e hilos ella supo que tenia a alguien mas fuerte y malvado que ella misma.

¿Ahora podria arrepentirse? No, ella seguiría su plan hasta el final, no importaba si ella era una mas en la lista del profesor.

 
—¡ayudaaa!—grito fuerte—eso solamente ocasiono mas enojo en el hombre, asi que sin dudarlo el la golpeo en la boca.

 Mi MaestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora