Intento abrir mis ojos pero lo siento pesado, las almohadas huelen a Emiliano, inhalo fuerte tratando de llenar absorber su olor y que no se me olvide, grabarlo en mi cerebro, tuve un sueño maravilloso en donde soñaba que me daban una rica sesión de sexo por mi enigmático lobito, un momento abro mis ojos; restriego las manos lentamente a los ojos y me doy cuenta de que no estoy en mi habitación, momentos de lo sucedido explotan en mi cabeza, y sonrío como una boba.
—Espero que esa sonrisa que tienes en el rostro sea por mi— dice Emiliano saliendo del baño, con una toalla en la cintura.
—No te creas tan importante—le contesto, tratando de engañarlo para no delatarme.
—ni tu te lo crees venadita, pero hare de cuentas que si—camina a la cama y se sienta en la orilla.
—En que o quien pensabas que tenias el rostro feliz—vuelve a preguntar.
—en nada—niego y tengo que decir algo rapido, para que no sospeche que recordaba lo de hace rato.
—dime—ruega—anda dime venadita.
—pensaba en la pizza—le digo nerviosa.
—¿tienes hambre? —me pregunta y toma un mechón de mi cabello para olerlo.
—no—niego con la cabeza, al menos no de comida, eso lo pienso, pero no lo digo— Es que te has dado cuenta de que la caja de la pizza es cuadrada, la pizza redonda, y las rebanadas son triangulos, —toco mi sien haciendome la interesante—y que las cucarachas sobreviven a una bomba nuclear, pero el Raid las mata, entonces ¿de que esta hecho el Raid?, y que las cucarachas son como Pícoro de la caricatura Dragon Ball Z, si pierden la cabeza les sale otro, pícoro perdía el brazo y nuevamente tenía otro— termino por decirle, pero que buena manera la mia de cambiar las cosas, soy una genia.
—¡woow! enserio todo eso pensabas mientras sonreías, —dice asombrado—me tienes fascinado, eres única venadita, tienes un don de la palabra que no aburre a nadie—ríe estruendosamente, que me contagia y rio a la par—sin duda siempre tienes algo que decir, eres única, y se que todo eso lo inventaste ahora, estoy seguro que pensabas en mi.
Besa mis labios y se sube encima de mi abriendome las piernas, yo encantada lo acepto y coloco mis manos detras de su cabeza, donde juego con su cabello y lo jalo con fuerza.
—detente venadita—susurra en mis labios, intentando separarse, pero se lo impido, mi lengua ahora es la que busca contacto con la suya adentrandose profundo.
—¿Acaso quieres que te tome otra vez? —me pregunta.
—¡ohhh si! eso anhelo—le digo suplicante.
—Este lobo tiene hambre de tí
Me despoja de la sabana que cubría mi cuerpo, estoy desnuda y mojada, el retira su toalla y su miembro esta duro, palpitante, listo para mi. Introduce un dedo en mi vagina y nota que mis fluidos han mojado completamente mis piernas.
—estas muy mojada venadita, eso me gusta mucho.
Mueve los dedos hacia dentro y fuera, arqueo mi espalda y muevo mi cuerpo siguiendo los movimientos de su mano, estoy cabalgando su mano, chupa mi lóbulo y muerde, gimo de placer, saca sus dedos y juega con mi clítoris una y otra vez, debajo de mi clítoris toca un punto éxitante, intento cerrar las piernas de tanto placer, pero me es imposible, me corró y el placer no para, ya que el no se detiene sigue con sus dedos estimulando mi vagina.
—Montame—ordena, sacando sus dedos de mi, y se los lleva a la boca—prueba, eres una delicia—, dice y pone un dedo en mi boca el cual chupo como si fuera una paleta.
El sabor es algo que nunca eh probado en ningún lado, sentir mi sabor en sus dedos me a gustado.
—como ordene mi maestro—le contesto obediente y me subo encima.
Primero froto mi vagina a su pene imitando la penetración, el gime fuerte y cierra los ojos, alzo mis nalgas y lentamente introduzco su miembro en mi, hasta estar totalmente llena. Me inclino hacia adelante y lo beso, comienzo a moverme al principio muy torpe; pero el me agarra de las caderas marcando el ritmo que debo seguir, y asi lo hago, cierro los ojos mientras continuo.
Llevo mis manos a su cuello y se lo aprieto con fuerza.
—Me ahorcas venadita—dice jadeante y rojo.
—pegame—le digo de repente.
—no te golpeare—contesta confuso y niega.
—cacheteame—le exijó molesta; llevo mi mano a su cara y le pego una bofetada, mientras aumento mis movimientos.
—¡pero que rayos! — exclama sorprendido.
Nuevamente le doy otra bofetada y gimo, el me toma del cabello bruscamente y me pega una bofetada la cúal me hace gritar y gemir, me corró y el seguido de mí. Me desplomo encima, recuperandome y regularizando mi respiración, alzo mi cuerpo y lo miro a los ojos las cuales el mantiene cerrado.
—No te muevas venadita; permanece un momento más asi por favor—me pide.
—lo siento —le digo apenada.
—¿por que? —me pregunta abriendo sus ojos y mirandome con esos ojos negros que tanto me gustan.
—por golpearte, se que no debi hacerlo, pero sentí la necesidad de hacerlo, mi cuerpo me lo exigió, si tu ya no quieres lo nuestro por lo que paso lo entiendo —le digo intentando levantarme de encima, pero el me lo impide, reteniendome de las caderas.
—el dolor y el placer son sensaciones totalmente diferentes venadita, pero hay algo que los hace muy iguales. El sexo, nuestro cuerpo es capaz de resistir dolor y placer al mismo tiempo, que una simple cachetada como la que te di y me diste, sirvieron para motivarnos y corrernos, asi que no te avergüenzes.—me da un beso de piquito.
Aunque me sorprendiste, nunca nadie me habia pegado, y tu lo hiciste por primera vez, eso me gusto. Ya vere la manera de cobrartelo
—Eres única,—me abraza— eres mi tierna venadita, la venadita del Lobo.
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NOTA IMPORTANTE: Muy muy importante.
Mis amores Golos@s muchas veces los autores subimos blog, pero solo los que nos siguen lo leen; y los que no ni se enteran, asi que por fa siganme para que lean mis noticias ahi, ya que avisos asi no me gustan escribirlos en la novela, por que manchan la novela a mi parecer, pero no me queda de otra que hacerlo aqui para que no esten con el pendiente.
Este fin de semana para ser exactos el domingo mi abuelo enfermo, ya esta viejito tiene 85 años, tuve que internarlo por su salud, y no saldra pronto ya que le haran estudios y lo tendran en revisión, este capitulo lo empeze desde el sabado y lo termine el domingo en la mañana, a el lo interne en la tarde. Mis amores soy la única que lo atiende y por eso estos días no podre darles mas capitulos, hasta que el se mejore, espero me entiendan y no me linchen, e igual no me abandonen sola en el barco, esperenme tantito plis, bueno sin mas me despido y no les mando beso por que mis fosas nasales estan impregnadas del olor a cloro de hospital, los quiero mucho y nos vemos pronto se lo prometo mis amores.
Las quieran mi humilde beso con ese olor pues hay les va.
muaaaaaaaaa......
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Mi Maestro
DiversosNatalia estaba por cumplir 18 años, cuando su hermana Betty le regala una sesión de sexo, ahí conoce a Emiliano un Maestro del sexo, el cual le propone enseñarla, ella acepta y ambos juegan un juego muy peligroso, en el cual el que se enamora pierde.