Natalia
Mi hermana permanece en la puerta estática, no dice nada solo observa a su jefe y el pobre solo esta embobado mirandola, su jefe de mi hermana es muy guapo. Ninguno de los dos habla asi que yo decido hablar.
—Betty, ¿no invitaras a pasar a tu jefe a la casa?
—no,—contesta enojada.
—Buenas noches Jefe, ¿a quien busca?—le pregunta con el rostro serio
—vine a cenar.—le responde y sonríe
—se equivoco, aquí no es restaurante.
—si lo se perfectamente, pero esta noche soy invitado—me observa y güiña un ojo.
Betty como si fuera la chica del exorsista, gira su cuello y me observa, se cruza de brazos, alza una ceja y espera que yo le de una explicación, ¡ohh, ohh! Estoy en problemas, ¡rayos! Hago una mueca e intento sacar una sonrisa como el gato de Alicia, con los dientes por fuera. Asi que me armo de valor y camino hacia mi futuro cuñado y le paso mi brazo.
—es mi invitado—le contesto a Betty y le sonrío, como quien se sale con la suya.
—creo que yo soy el único al que debes agarrar asi—dice una voz ronca detrás de mi.
¡mierda! Imposible es Emiliano
—hola Emiliano—suelto a Evastian y me lanzo a sus brazos de él.
—hola nena, te marque pero no contestabas, asi que vine a asegurarme que estes bien, y por lo que veo estas bien acompañada—lo ultimo lo dice en tono enojado.
Ajam Natalia ¿ahora que diras?
—es su jefe de mi hermana.—le contesto.
Me acerco a el y le susurro tan bajo solo para que el me escuche, intento hacerla de cúpido con ellos dos ¿me ayudas?
—claro nena—dice bajito y me güiña un ojo,—ahora somos tres contra Betty.
—no se queden ahí, pasen a la mesa, es hora de cenar, ordena Betty como general.
Los tres la seguimos como sus soldados, ella cuando esta enojada da miedo.
—bien Natalia a tu invitado, ponle su plato—contesta enojada.—yo colocare el de Emiliano.
—bien—le respondo.
Los pasamos a sentar y ellos comienzan a platicar.
—¿Asi que andas detras de la hermana de mi novia?—le pregunta a Evastian.
—eso intento, pero ella siempre me rechaza, e intentado de todo, es un hueso duro.
—si, se nota que tiene caracter—le dice.
—por cierto, tu novia es muy linda.
—espero que tengas los ojos en la hermana, por que la pequeña es mía.—le advierte.
—solo era un comentario, en realidad estoy bastante mal con Betty. Ella me tiene echo un lío.
—¿de donde la conoces? —le pregunta.
—es mi secretaria.
—¡vayaa!, por eso ella se rehusa a estar contigo.—le asegura.
—supongo que si—dice preocupado.
—por cierto, creo que nos hemos visto—le dice Emiliano.
—Me parece que si, Evastian Welsh, dueño de Welsh& White.—le extiende la mano.

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Mi Maestro
De TodoNatalia estaba por cumplir 18 años, cuando su hermana Betty le regala una sesión de sexo, ahí conoce a Emiliano un Maestro del sexo, el cual le propone enseñarla, ella acepta y ambos juegan un juego muy peligroso, en el cual el que se enamora pierde.