¿y mi selva tropical?

11.9K 652 185
                                    

Estoy acostada en la cama con los ojos vendados, la respiración acelerada, como demonios pase de querer tener sexo con Pedro y resulto que ahora es el lobo.

—¿como me encontraste?—le pregunto.

—muy, muy fácil mi venadita, todo lo que me interesa lo tomo, lo obtengo y lo cuido, asi que se todo de ti—me besa mis labios.

   —Te eh marcado, eres Mía—recalca el mía muy despacio.

—yo no soy una propiedad—le digo tratando de contrariarlo.

—no claro que no eres una propiedad eres mas que eso, —responde —hoy comeré lo que el otro día no comí, y lo hare despacio y sin prisa, a tu lobo le gusta disfrutar su presa.

¡rayos! mi cuerpo es un volcán que esta a punto de hacer erupción, siento que si me toca más, explotare.

Poco a poco el inicia a quitarme el vestido, y me deja solamente con mis bragas, por fortuna me puse unas decentes, hoy venía dispuesta a perder mi virginidad que tenía al menos que poner al sexi, imaginense si me hubiera visto con mi calzón de ositos y corazones, se que ya estoy grande pero es que esos de algodón, son sencillamente comodos.

—¡Eres sin duda una mujer muy hermosa!—me dice mientrase toca con los dedos mis muslos.

—Soy una afortunado, jamás pense encontrar una joya valiosa, y en mis aposentos.

El desabrocha mi brassier, deja mis pechos al descubierto, deseo verle el rostro, quizas hoy no lleva la mascara.Anhelo ver esos ojos negros. 

—¡ohhhh dios mio! —siento su lengua y boca en mi pezón, muerde y chupa mi pezón tan malditamente despacio, que si continua asi me correre. Intento cerrar mis piernas y mis dedos de los pies los contraigo.

—No venadita, no lo contengas, —me dice abriendome las piernas y metiendose enmedio de ellas, —, dejate llevar, no reprimas nada.

—¡oh santo cielo! —gritó y exploto, las sensaciones en mi cuerpo son sumamente placenteras, y eso que aun es su boca.

—si grita, nadie te escuchara,—habla mientras su manl empieza a recorrer mi sexo, el sigue chupando mis pezones.

Introduce su mano en mi sexo y se detiene.

—¿venadita y mi selva tropical? —me pregunta. —aqui había un lindo bosque, de eso estoy completamente seguro.

 —jummmm—contesto sin emitir palabra—no se de hablas—le digo.

—tendría que cerciorarme—dice—asi que el se levanta y retira mi tanga.

—¡sin duda tienes una cueva preciosa! —me susurra, al oído—sera la cueva del lobo.

pero no negaré que tu selvita era sexi.

—eres raro—le digo a punto de reirme, no se pero me ha causado gracia su comentario.

 Mi MaestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora