Odiaba todo, en ese momento odiaba su maldita existencia; era temprano y debía ir a la iglesia, después de todo tenía que dar la misa, era el cura de Karmaland.
Se levantó con cuidado de no despertar a sus dos acompañantes quienes dormían como bebés en la misma cama que él. Se puso los zapatos y con una mirada suave se despidió de ambos.Caminó hacia el pueblo con las manos en los bolsillos y una actitud que ni él aguantaba, no estaba de humor para absolutamente nada y eso estaba más que claro.
Dirigió la mirada hacia el edificio con la bandera de arco iris colgando por fuera, había llegado.Se sentó en una de las bancas de hasta atrás relajando la cabeza sobre ella, casi no durmió nada y no se sentía descansado. Escuchó la puerta del confesionario cerrarse de golpe, volteó hacia ella asustado, no se dio cuenta de que alguien hubiese entrado y menos porque era tan temprano, casi las siete de la mañana.
No tenía su traje de cura ni nada pero podía hacer una excepción por esa vez.
Entró al confesionario, no podía ver el rostro de la persona al otro lado pero no le importó, sólo quería hacerlo rápido para dormir un poco mientras las demás personas llegaban.
—Buenos días hija mía— musitó suponiendo que era una mujer quien estaba al otro lado —Dime tus pecados.
—¿Por qué tan formal, Rubén?— Era él. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Cómo se atrevía? Decidido a darle una paliza a Fargan se levantó de su pequeña banca, abrió la puerta pero un fuerte empujón lo hizo volver a sentarse, un brazo golpeó la pared de madera pasando a lado de su cuello acorralándolo. —Eres el cura, deberías ser menos agresivo.
—Mira quien habla— bufó —Lárgate antes de que te rompa la puta cara.
—No estás en posición de decir eso— con su mano libre tomó el mentón de Rubén para levantarle el rostro y hacerlo mirarlo a los ojos. Sonrió maliciosamente relamiéndose los labios lascivo, movió ligeramente de izquierda a derecha el rostro del contrario presionando sus mejillas —Me pregunto... ¿Cómo te verías con una marca en tu cuello? Sin duda sería exquisito hacerte de mi propiedad, como Vegetta.
Apretó los dientes tirándole un puñetazo en el rostro, se levantó y comenzó a golpearlo, lo único que recibió de respuesta fueron patéticos intentos de defenderse por parte de Fargan. Sí, Rubius solía ser pacífico, pero cuando lograban sacarlo de sus casillas también sacaba los colmillos.
Su puño fue detenido por una mano delgada, al voltear, lo primero que recibió fue un golpe en la cabeza con un casco. Se hizo a un lado sobando la zona golpeada, realmente había dolido.
—¡¿Qué coño te pasa Rubius?!— gritó Alex más espantado que sorprendido, y ese susto aumentó cuando vio el rostro de Fargan lleno de golpes —¡Explícate! No dejaré pasar esto, si no te explicas te llevaré a prisión— Rubén se levantó del suelo acercándosele, Alex asustado sacó su paralizador, pero al notar que no tenía malas intenciones lo bajó —No te acerques así, hombre, creí que me atacarías también.
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Shoot Me ☆ Rubegetta
Romance¿Por qué la vida tenía que maldecirlo haciéndolo un omega? Ser un omega en Karmaland era lo peor que podía pasarle. Karmaland 4 y Karmaland 5 !! (Ligera mención del DSMP)