20

16.4K 1.6K 1.3K
                                    

Ese día estaba realmente pensativo, "¿Y no te dolió?", fue lo que le respondió Vegetta riendo en broma cuando se lo dijo, él también rió abrazándolo por la espalda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ese día estaba realmente pensativo, "¿Y no te dolió?", fue lo que le respondió Vegetta riendo en broma cuando se lo dijo, él también rió abrazándolo por la espalda. No sabían cómo, por qué o desde cuándo les gustaba estar recostados en esa posición donde Rubén se recargaba en el árbol y Samuel se recargaba en él dándole la espalda, sólo era cómodo.

Acariciaban sus manos mirando al frente, hacia el ruidoso río, donde las carpas y salmones nadaban hacia la misma dirección en manadas, huyendo de los ahogados, aquellos zombies tan molestos que acechaban bajo el agua esperando por su próxima víctima.

A veces les gustaba ir a ese sitio a lanzarles rocas desde la superficie, estaban seguros, pues si los ahogados salían terminarían quemados.
Aún era temprano, sin embargo tuvieron que despedirse pronto, Vegetta tenía una misión, Merlon lo llamó antes, y aunque Rubius se ofreció a acompañarlo se negó diciendo que era peligroso.

Se despidieron con muchos besos en el rostro, a medida de que el pelinegro se alejaba y se perdía entre los árboles bosque el volumen de sus voces despidiéndose iba bajando hasta llegar al silencio.

—Estaremos bien, sólo es un rato. —Ust había entendido que mientras estuviesen con Vegetta debía estar en silencio, Rubius lo estaba entrenando y al parecer los frutos de su entrenamiento salían a la luz.

Pero no, no estaría bien, quería estar con él sólo un poco más, además ya no tenía nada que hacer ese día, ¿cómo desperdiciaría el día? ¿Usando impresoras? ¿Buscando un chocobo? Era un fastidio, ¿podía simplemente irse a casa, no?

Su cabeza hizo un ruidoso click, ¡tenía la idea perfecta! ¿Y si organizaba una cena para ambos? Así cuando Vegetta volviese de su misión tendría una linda sorpresa.
Saltó de la emoción y corrió hacia casa de Lolito y Mangel, la cual gracias a los Dioses Karmaladienses estaba bastante cerca; tocó la puerta vigorosamente rogando por no haber interrumpido algo importante.

La puerta fue abierta por su queridísimo amigo Mangel quien lo recibió con esa amable sonrisa que tanto lo caracterizaba.

—¡Rubiuh! Qué tal, amigo mío, ¿quieres pasar? Estábamos haciendo galletas— se hizo a un lado dejando ver detrás de él a Lolito preparando una masa, el pelirrojo le saludó desde lejos agitando la mano.

—Mangel, necesito tu ayuda.

—Por favor no me asustes, espero que no sea nada que tenga que ver con Fargan, ya sabes, no quiero meterme con él— rascó su nuca, avergonzado de tener que dar excusas a su amigo —¿Todo bien?

—No te preocupes— rió —últimamente no lo he visto por aquí, además la policía ya esta procesando su caso, no creo que sea lo suficientemente estúpido como para venir a atacarnos en la condición en la que está... ¡Como sea! Quiero darle una sorpresa a Vegettita, pero bueno, en realidad soy malo organizando este tipo de cosas— ladeó la boca al recordar la última vez que intentó darle una sorpresa a una de sus parejas, aunque eso fue muchos años atrás, ahora que lo pensaba bien, tenía bastante tiempo estando soltero y estaba oxidado respecto al romanticismo, ¿Vegetta se habrá dado cuenta?

Shoot Me ☆ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora