38

1.2K 116 44
                                    

Quackity descansaba entre las sábanas, vistiendo solamente una camiseta ligera y unos shorts holgados, su piel ardía como nunca, tan enrojecida por el sol y atacada por la fiebre que llegó de imprevisto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quackity descansaba entre las sábanas, vistiendo solamente una camiseta ligera y unos shorts holgados, su piel ardía como nunca, tan enrojecida por el sol y atacada por la fiebre que llegó de imprevisto. Horas atrás, Rubius lo encontró tendido en la arena inconsciente, a lado del hacha que utilizaba para cortar madera, inmediatamente lo metió a casa cargándolo en su espalda, pidiendo ayuda para enfriarlo, y fue Willy el primero en ofrecerse para hacerlo.

Querían pensar que el motivo de su desmayo fue el tiempo prolongado que pasó bajo el sol, últimamente el clima no era tan amigable y hacía un calor del infierno, quizá no fue buena idea asignarle esa tarea sabiendo que Quackity vestía como si estuviera en invierno.

El pelinegro despertó, dándose cuenta de que se encontraba en la habitación que compartía con Luzu y tal vez ahora con Vegetta; sintió la brisa entrante de la ventana golpear su rostro, refrescando su cabello lleno de sudor. 

—¡Quacks! Despertaste al fin, ¿cómo te sientes? Rabis dijo que te desmayaste en la playa, me asusté mucho— después de dejar el trapo que tenía en mano sobre una de las mesitas, se acercó a él, tocando su frente con el dorso de su mano para sentir su temperatura —menos mal, la fiebre bajó— exhaló, viendo la manera en la que Quackity lo observaba, tan desconcertado —¿Pasa algo? ¿Por qué me miras así? ¿Te sientes mal? Puedo traerte lo que necesites.

—Luzu... Regresaste— su corazón se apachurró, ahora tenía de vuelta todos los crudos recuerdos del sitio del que provenía, el que alguien lo tratara con esa amabilidad le parecía tan... Particular —Lo siento, es que aún me siento mareado por el sol, ¿podrías traerme un poco de agua?

—¡En seguida!— con una sonrisa salió de la habitación, sintiéndose entusiasmado de que Quackity se sintiera mejor.

Pero había algo raro en su voz, de repente el tono juguetón con el que siempre hablaba se volvió mesurado, ¿era porque se sentía mal? No, sabía que era otra cosa, Quackity era la persona más expresiva que conocía y si se sentía mal seguramente haría gestos exagerados de dolor bromeando.
Quackity por su parte comenzó a tocar su propio rostro en cuanto Luzu se fue, tocó la cicatriz que adornaba su ojo izquierdo, apretó sus mejillas, talló sus ojos y parpadeó un montón de veces. No estaba soñando, ese era el mundo real.

De manera súbita sus recuerdos del día anterior llegaron también, Staxx obligándolo a tomar esa cosa tan sospechosa y cubriéndole la cabeza con un humo verde, quería levantarse e ir a matarlo, la cosa era que no sabía ni dónde vivía, solo aparecía de entre el bosque sin previo aviso.

Luzu regresó con el vaso de agua, entregándoselo con lentitud. Cuando se aseguró de que lo sujetó correctamente, retomó el trapo para continuar con la limpieza de la habitación.

—¿Qué haces, Luzu?

—Intento deshacerme del polvo, entra mucha arena, no quisiera que eso te provoque alguna alergia, mucho menos ahora que te dio una insolación.

Shoot Me ☆ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora