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Esa pequeña estrella anunció el final del bello espectáculo que veían, una pequeña estrella fugaz con una cola de varios y hermosos colores

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Esa pequeña estrella anunció el final del bello espectáculo que veían, una pequeña estrella fugaz con una cola de varios y hermosos colores.
Vegetta se acercó a la mesa con el vino y sirvió las dos copas ofreciéndole una a Rubius quien aceptó sonriendo.

—¡Ha sido muy bonito!— exclamó el ojismorado sorbiendo de su copa.

—¿Verdad?— agitó un poco la copa para mover su contenido ligeramente formando un pequeño remolino en medio —Vegetta, ¿por qué quisiste que las viéramos aquí?

—Hubiera sido algo fastidioso estar en medio de las personas gritando, creo que es mejor estar aquí solos— miró al frente observando el paisaje iluminado por la luz de la luna.

—Buena decisión— dio un trago. ¿En verdad era por eso que le pidió que fuese a su casa? Era algo decepcionante, ¿Vegetta no sentía nada por él? —Creo que me voy a casa, ya es tarde y pensaba ir mañana a minar temprano.

—¿Puedo acompañarte? Necesito hierro— terminó de beber —Además sería bueno volver a salir.

—¡Sí, por favor ven!— se levantó emocionado —Entonces me voy, gracias por todo.

[...]

Se levantó emocionado de la cama, casi de un salto, salió de las sábanas a tomar un baño y cambiarse la ropa (que en realidad era la misma pero lavada).

—¡Adiós Juan Carlos!— le habló a su cerdo —Deseáme suerte— obtuvo un "oink" en respuesta del pequeño cerdito rosado que lo miraba feliz sentado a lado de la puerta.

Salió de casa dando saltitos con la cara doliéndole de tanto sonreír. Pensaba que quizá era hora de pedirle una cita formal, pero no estaba seguro de si Vegetta le correspondía, tal vez sólo estaba confundido.

—¡Ah~!— suspiró ruidosamente golpeándose la cabeza con la palma de la mano.

—Eso se escuchó doloroso— una voz familiar le habló a pocos metros.

—¡Willy! No sabía que estabas por aquí— rascó su nuca avergonzado, lo vio haciendo algo realmente vergonzoso. Bajó su mirada notando que Willy llevaba una mochila realmente grande —¿Vas a alguna parte?

—Me dirigía a buscar alguna mina, necesito oro y diamante— sacó un pico de diamante encantado —Y quiero estrenar a este bebé, recién lo crafteé.

Justo voy a una mina, ¿quieres venir? Vegettita también vendrá.

Willy asintió y se unió a la caminata de Rubius. El oso recordó lo de la última vez, cuando pelearon a puños; miró el rostro del rubio, tenía un moretón en la mejilla y otro más pequeño en el ojo, el rasguño en su barbilla tampoco pasaba desapercibido. Se sentía fatal por haberle hecho eso a su amigo, pero luego se lo compensaría invitándolo a comer o algo así.

Shoot Me ☆ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora