¿Por qué la vida tenía que maldecirlo haciéndolo un omega? Ser un omega en Karmaland era lo peor que podía pasarle.
Karmaland 4 y Karmaland 5 ！！
(Ligera mención del DSMP)
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El pequeño grupo de omegas deambulaba por el bosque en busca de madera para comenzar a hacer los tablones, tenían mucho trabajo por hacer, no había tiempo que perder. Talaron desde temprano con la excusa de que irían a explorar, así que de momento no levantaron sospechas. Localizaron un precioso árbol de hojas moradas con un tronco fuerte y grueso, perfecto para hacer una casa encima, en sus cabezas ya habían ideado mil formas de construir la casa, solo debían quedar de acuerdo en una.
Rubius no tenía idea de por qué ambos omegas accedieron a ayudar, personalmente si un "desconocido" le pidiese ese favor, se lo habría pensado más, pero ese par no dudó ni un segundo en dar su ayuda, de cualquier forma no tenían nada mejor que hacer, y quedarse con un montón de alfas en medio de la nada no era un plan atractivo.
Se sentaron a descansar un momento para hacer los planos de la casa, sacando un papel y lapiz comenzaron los trazos, no querían hacer algo demasiado grande, pero lo que no tendría de grande lo tendría de decorado, para compensar un poco, además, Rubius sabía a la perfección que aunque Vegetta apreciaba las construcciones grandes, lo que más le importaba era la decoración, en especial si ésta era morada.
De repente, llegó el recuerdo a su cabeza de aquel día en que intentó armar todo, yendo de acá para allá de compras, entrando a tiendas raras, siendo regañado por su lobo. Así que, quizá sería buena idea ir de compras al nuevo pueblo, aunque de hecho había un pequeño inconveniente.
No tenía dinero.
Pensó que debía haber una forma de conseguir dinero, ¿debería buscar un trabajo o algo por el estilo? Por sí misma no era una mala idea, el problema era que estaba ahí para cumplir una misión, no para quedarse.
Interrumpiendo sus minutos de pensamientos, de entre las hierbas salió Staxx, saludándolos alegremente con su mano izquierda.
—Qué sorpresa verlos aquí, ¿puedo unirme a su club de omegas?— caminó a su lado para sentarse junto a ellos, observando el pedazo de papel en el que pintarrajeaban —¿Una casa del árbol? ¿Para qué? Si la casa que hicieron en la playa quedó preciosa.
—Es para Vegetta— respondió Luzu —Rubius va a conquistarlo, dice que tal vez también ayude a que recupere sus recuerdos.
Staxx asintió un par de veces, sobando su barbilla mientras pensaba, decidido a ayudarlos se levantó, pidiéndoles que hiciesen lo mismo. —Vayamos al pueblo, sé qué cosas podrían quedar bien para decorar.
—Pero no tenemos dinero— dijo Rubius, cruzándose de brazos con cierta frustración.
—¿Crees que los sucios alfas tomarían solamente dinero? Por supuesto que no, esas bestias salvajes lo único que quieren es pelear— rio, como si hubiese dicho el chiste más gracioso de toda su carrera como comediante —Solo debes decirles lo que quieres y te pondrán un reto si no tienes dinero, todo es físico, y ustedes no se ven precisamente débiles, así que no se preocupen por eso.
