*En acción*

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~Dos días después... ~

Al haber tenido tantos días sin tener contacto con los akatsuki, hoy por fin se habían dignado a dar señales de vida a ambas mujeres.

A las cinco treinta de la mañana, habían sido despertadas por el mensaje de Konan en sus celulares, mensaje que les había dado una nueva dirección para su punto de reunión.
Sin más remedio, tuvieron que salir de la cama inmediatamente para alistarse y llegar hasta la dirección establecida.
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– Creo que nos equivocamos de lugar Shina. - hablo la castaña antes de bostezar.

– No lo creo, está es la dirección. - afirmo Temari mientras verificaba en su celular y luego regresaba la mirada al lugar donde estaban ahora.

Ellas esperaban llegar a un contenedor de basura o algún sitio abandonado, pero este lugar no tenía nada de abandonado; pues, el lugar donde se encontraban ahora, era nada más ni nada menos que un centro nocturno. En otras palabras, un prostíbulo.

– Que esperan chicas, entren. - hablo Konan llegando por detrás de ellas.

Temari y Tenten sólo se limitaron a seguir a la mujer de cabello azul, quien se fue abriendo paso entre las puertas y pasillos que tuvieron que pasar para llegar hasta donde se encontraba Yahiko.

– Sean bienvenidas a nuestra nueva guarida. - hablo él hombre al verlas entrar.

– Enserio esperaba algo más discreto.

– Vamos Nanami, aquí sera más divertido. - hablo Sasori llegando por detrás y abrazándola por los hombros.

– ¿No habrá más probabilidad de que pase lo mismo que la otra ?- pregunto Temari.

– Tranquila mujer, que de eso yo me encargo.

– Bien como sea... - comenzó a hablar la castaña mientras se apartaba del pelirrojo – ¿Para qué nos llamaste tan temprano?

– Oh, cierto... - Yahiko se dirigió hasta su computadora y la giro hacia ellos – Él es Sarutobi Konohamaru, es nieto del virrey español Iruzen Sarutobi, y hoy por la tarde van a llegar a Japón para hacer negocios con él presidente Japones... - Yahiko se puso de pie antes de continuar con su explicación mientras caminaba alrededor de su equipo – El punto es que, en esta ocasión no vamos a asaltar un banco, un joyería o algo típico de un criminal común y corriente; hoy vamos a hacer algo nuevo.

El hombre se paro al lado de un cuadro, del cual sólo movió a un costado para que asi, la pared en la que se encontraban más cuadros de pintura, dejara a la vista distintos tipos de equipos del armamento más nuevo.
Los ojos de todos les brillaron de alegría al ver tan genuino equipo de trabajo.

– ¿Qué quieres que hagamos con estas bellezas? - pregunto Hidan.

– Vamos a robar al nieto del virrey. - todos dejaron de apreciar las armas y prestaron más atención a lo dicho.

Aquello tomo por sorpresa a todos los presentes en aquella habitación, pues si eren unos mal vivientes, desgraciados, rateros, y de más. Pero eso sólo lo eran con los mayores, pues dañar a los niños era cosa de cobardes para ellos.

– No viejo, con los niños no nos metemos. - replico Sasori ante lo dicho – Podemos ir y amenazar al virrey y al presidente para que nos entreguen todo lo que queramos, pero no daña remos a un niño.

– Tranquilos, que sólo pediremos una cifra bastante alta al virrey a cambio del pequeño, no lo vamos a dañar.

Guardaron silencio mientras analizaban las palabras del pelo naranja, su debate interno duro un poco, hasta que él Uchiha hablo.

El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora