El hilo rojo del destino

*Descontento*

Tres días después desde que Temari le contó a su hermano lo ocurrido, y no había recibido ningún mensaje ni llamada de él, no sabía como lo había lo tomado o si le ha creído todo lo que le dijo. Faltan dos días para Navidad, y Shikamaru y Neji querían tener por lo menos una agradable cena con sus compañeras de trabajo, pues por fin las aceptaban de esa forma y no como unas criminales. No fue fácil para ellos convencerlas, pues ellas ya llevan seis años sin celebrar alguna festividad, y no se sentían muy seguras en celebrar este año. Aceptaron, pero antes de esa cena ellas querían encontrar a las mujeres desaparecidas hace días, les parecía justo que pasaran estas fechas al lado de su familia.
La noche anterior, se separaron para recorrer más terreno y estar seguras de no estar olvidando alguna calle; esa vez fue Tenten quien acorraló al hombre en el acto, pero en un momento de distracción él hombre desapareció por arte de magia. Querían verificar el terreno, no era posible que una persona normal fuera capaz de trepar bardas con un mínimo de ocho metros de altura, sin alcantarillas ni ductos de ventilación en las casas de los lados, eso era algo sospechoso, y merecía ser revisado mas cuidadosamente a detalle para encontrar la entrada que tenia que estar ahí, porque a menos que tenga las mismas habilidades que ellas, no es posible que haya llegado hasta el techo. 

Movieron el contenedor de basura y no hubo nada debajo de este, dieron pequeños brincos en el piso para asegurarse de que no tuviera algún escape subterráneo que desconocieron y, no hubo nada.

– Me rindo Tem, no hay nada.

La castaña se dejo caer sobre la pared, pero tan sólo sintió que se iba con todo y pared, extendió su mano hacia Temari quien rápidamente la tomo y ambas cayeron al suelo.

– La encontraste mujer. - exclamó con felicidad la rubia encima de la castaña.

Dieron aviso al sargento Hyuga, quien es el encargado del caso, pues cabía la posibilidad de que en todo este enrolló tuvieran que ver los Akatsuki, y era un riesgo que las descubrieran.
Resulta que el escondite estuvo en una casa común y corriente todo este tiempo, así que era hora de buscar dentro de esta para hallar a las mujeres. No hubo nada en las dos plantas que revisaron, estaba completamente sola aquella casa, así que debían buscar en el sótano; sin embargo, se escucho llegar las patrullas y carros del equipo del sargento Hyuga, y tuvieron que irse antes de que un cuarto las viera.

A las doce de la mañana llegaron a la casa que comparten con los chicos, y a esa hora recibieron la noticia de que Hidan, fue el culpable en todo el enrolló este, lo que las llevo a tener en cuenta dos opciones: Hidan siguió las ordenes de Yahiko, ó, lo ha hecho por su cuenta. Y ya con todo lo investigado, los hombres que ya han encarcelado y la relación que tienen con el grupo, es perfecto para dar inició con el arresto de está banda criminal.
Veinte minutos antes de que dieran la una de la madrugada, y Temari recibió un mensaje de Konan.

~ Yahiko encontró a tú hermano castaño, está en peligro. ~

Es lo que decía, e inmediatamente luego de leerlo fue borrado por la misma Konan, borrando la evidencia del aviso que le dio. Temari se quedo perpleja ante tal mensaje, se supone que Yahiko sólo sabía de la familia y nombre de Tenten, no el de ella.
Shikamaru bajo en ese momento, se había percatado de que otra vez no estaban en su cama, así que esperaba que se hubieran quedado otra vez en los sillones a dormir. Temari tomo su arma y salió por la puerta de la casa sin su máscara, Shikamaru intento detenerla, pero no la alcanzó, fue cuestión de segundos para que desapareciera.

– ¿¡Cómo se le ocurre salir así!? - grito Shikamaru alterado.

– Tranquilo, que ahora voy por ella. - tomo su arma y la mascara.