Temari no respondió nada ante las ofensas de su hermano mayor, simplemente guardó silencio y agacho la mirada, no sabia que decir, no estaba segura de replicar algo ante aquellas palabras que de cierto modo, han dicho la verdad.– Entiendo lo que sientes ahora Kankuro... - comenzó a hablar sin levantar su mirada – Pero ahora no me interesa saber lo que estas sintiendo por mi... - tomo nuevamente la postura y lo miro fijamente a los ojos – Yo sólo he venido aquí para salvar tú estúpido trasero y nada más, en otro momento me tomare la molestia de escuchar tus insultos.
La mujer mantuvo una fría mirada ante él hombre parado frente a ella, justo ahora no se sentía con el mejor humor como para tener que estarlo aguantando; sin embargo, si le dolió hasta el alma las palabras de su hermano.
– Claro... - sonrió de manera burlona el castaño – Era de esperarse aquella respuesta por parte tuya; si embargo, sera mejor irme antes de que se me peguen tus mañas, "hermanita".
Kankuro se dio media vuelta y se dispuso a regresar por donde había llegado hace unos minutos. Temari sólo se limito a seguirlo con la mirada hasta que subió el último escalón del sótano, ella se quedo estática hasta escuchar el portazo de la puerta de la casa que dio él castaño antes de irse.
Temari soltó un gran suspiro al sentirse sola en la que era casa de su difunta abuela materna. Posteriormente, dejó caer su espalda hacia la pared detrás de ella, se deslizo hasta que sus brazos lograran abrazar sus rodillas y fuera capaz de esconder su rostro entre estas.No tardo mucho cuando, las lágrimas comenzar a salir de sus preciosos ojos color esmeralda, para luego caer en sus piernas y comenzar a mojarlas.
Aquella mujer que ha sido capaz de resistir tantas cosas desde la corta edad de dieciséis años hasta ahora, no fue capaz de soportar las palabras tan hirientes por parte de una de las personas que más ama en este mundo, una de aquellas por las que ha soportado tanta presión por su bienestar... Ha logrado romper un pedazo más de su blando corazón.
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Tres de la tarde con cuarenta y cinco minutos.
~Achu~
Estornudó fuertemente Tenten, quien se encontraba encogida en el sofá de la sala con una cobija encima y un trapo húmedo en su frente, mientras veía las noticias.
" Niña de diecisiete años encontrada muerta hace unas horas"
Era el titulo de la noticia que se encontraba viendo en estos momentos la mujer.
– Con está, ya van cuatro en la semana. - hablo Neji, quien venia saliendo de la cocina con un plato de sopa en la mano izquierda, y una cuchara en la derecha, pues con está venía enfriando la sopa.
– ¿Acaso vez las noticias? - cuestiono de manera graciosa la mujer, pues el catarro le impedía poder usar su voz normal.
– Es de utilidad para el trabajo. - él hombre se acerco a ella para darle la sopa. Ella lo miro de soslayo, y luego se giro hacia él al notar que éste llevaba puesto un delantal. – ¿Qué? - cuestionó el hombre al sentir la mirada burlona de la mujer.
– No te queda nada mal ese delantal. - sonrió. Mientras que el Hyuga bufo.
– Sólo comete la sopa. - ella se quitó el trapo de la frente y se sentó correctamente antes de tomar el plato. Tenten tomo la cuchara y dio el primer bocado.
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El hilo rojo del destino
FanficUna vieja leyenda de Japón, nos dice que nacemos con un hilo rojo invisible en nuestro dedo meñique, que este es el encargado de unirnos con aquella persona con quien estamos destinados a estar juntos... Ellos eran los detectives de mas alto nivel...