*Declaración de Guerra*

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No tardamos mucho en llegar al escondite que les conocimos primero. El lugar estaba cerrado, parece que los oficiales que inspeccionaron el lugar lo dejaron asi.
Abrimos con mucho cuidado y revisamos el lugar por completo, asegurándonos de que no hubiera algún dispositivo de vigilancia o rastreo que nos pudiera complicar todo.

– ¿Qué opinas Ten?

– Me gusta, está en mejor estado de lo que imagine. Incluso nos es posible traer nuestras cosas hasta aquí desde el subterráneo. Es más fácil moverse por aquí.

– Sí, pero igual deberías llamar a Lee para que nos ayude con el cambio de las chapas y una que otra cosa en el interior que requiere ser reparada.

– Esta bien.

Ella sacó su celular y comenzó a llamar a Lee, mientras tanto yo me limite a seguirla para que volviéramos con los chicos para hablar esto.

.

.

Ocho de la mañana, y ya estábamos empacando las cosas para irnos a lo que ahora llamaremos como nuestra casa. Temporal, pero será nuestra casa.

Lee llegaría en eso de las doce de la tarde, así que debíamos aprovechar para empacar la mayor cantidad de cosas posible.

– Oye, ¿ya te arreglas te con Neji? - le cuestione a mi amiga en un susurro.

– Sí y no. Realmente me confunde ese idiota.

– ¿Enserio vas a dejar pasar el hecho de haberte cambiado el nombre mientras casi lo hacían?

– Aun no me decido del todo, no me presiones Temari. - habló Tenten un poco más alto.

– Bueno, yo solamente te recuerdo que Lee también quiere algo contigo. - le hable con el mismo tono de voz.

– Ya me había olvidado de ello.  - me reí.

Decidí cambiar el tema, sería algo molesto para ella si alguno de los chicos llegase a escuchar esto. Pero antes de seguir empacando fui a ver a Kankuro para ir a dejarlo en la comisaría, ahí el sargento Nara se hará cargo de llevarlo con Naruto para darles protección a ambos. Seria peligroso que ambos estén cerca con lo que se viene.

Amma Tenten...

Recibí a Lee en el callejón para llegar hasta la casa y ya de ahí llevarlo por el subterráneo que nos permite llegar a una de las estradas de la nueva casa.
Presenté a Lee con Shikamaru y Neji, y después los cuatro fuimos hasta el lugar para que él empezara a trabajar en lo suyo y, nosotros traíamos nuestras pertenencias hasta aquí.

En ratos me quedaba a hablar un poco con él, me decía cosas graciosas e incluso me sacaba temas que ni al caso con su trabajo. Pero era divertido.

– Lo siento Lee, debo seguir ayudando. Pero algún día deberíamos salir para que me termines de contar todo eso.

– Claro preciosa. - sonrió.

Regrese a la casa para tomar algunas cajas para llevarlas, me faltaban varias cosas y debía apurarme pero, justo cuando iba a salir, ya tenia a Neji detrás mio con un expresión de pocos amigos.

– Oye, por lo menos avisa me que estas detrás mío.

Pase a un lado suyo para seguir con lo mío, no quería hablarle ahora que está molesto.

– ¿Te gusta ese chico? - detuve mi paso para girar me nuevamente a él.

Me observaba, su mirada estaba clavada en la mía, me era algo intensa, pero no iba a quitar la mia de la suya.

El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora