Capítulo 23

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Laurel.

Mis ojos están tan nublados con las lágrimas que me resulta casi imposible ver cómo los paramédicos sujetan el cuerpo de Carter y lo ponen sobre una camilla.

Estoy débil y derrotada, todo se siente como el terrible final de un cuento.

No sé quién me sostiene, no tengo idea de nada de lo que está ocurriendo a mi alrededor porque lo único en lo que puedo pensar, lo único en lo que me puedo concentrar es en Carter y su herida.

Suelto un sollozo cuando finalmente estamos en las calles y el viento nocturno me estremece. El lugar está repleto de policías y ambulancias, el sonido de los gritos y voces me aturden. Soy capaz de ver a paramédicos atendiendo a hombres con heridas y la simple visión de sangre me hace marear y vomitar sobre el suelo.

La tensión en mi estómago es insoportable y el dolor de mi pecho es tan fuerte que no soy capaz de respirar ante la angustia y la desesperación.

—Necesito que te calmes—Cassie sujeta mi cabeza entre sus manos y levanta mi mirada.— Él estará bien, eso pudo haber terminado mucho peor.

—¿Peor?—alejo mi rostro de su agarre con furia y la enfrento.—Que él esté así es tu maldita culpa, nada de lo que pasó esta noche hubiese pasado si en primer lugar no te hubieras aliado con un maldito delincuente líder del narcotráfico de drogas.

—No es tan fácil como tú crees—se excusa ella.

—¿No es tan fácil?—suelto una risa irónica.— ¡No secuestrar a alguien es bastante fácil!

Agarró el trozo de vidrio que tenía escondido en mi sudadera y lo apuntó en su dirección. —Eres la culpable de que mi esposo este ahora mismo en una ambulancia en camino al hospital con una jodida herida de bala.

—Señorita, voy a necesitar que bajes la voz y también ese trozo de vidrio—una chica que nunca había visto en mi vida se acerca a nosotras, trae puesto un uniforme de policía por lo que es fácil deducir porqué está ahí. —Hay muchas personas aquí, algunos no tan buenos puesto que son del bando contrario, agradecería que ningún tipo de información sea revelada, porque a pesar de estar esposados y heridos, siguen siendo una amenaza.

Sé que tiene razón y que lo único que hace es querer protegernos, sin embargo, no puedo evitar el sentimiento de odio que le tengo a mi ex compañera, porque a pesar de que me ayudó, fue ella quien me puso en esa situación en primer lugar.

Suelto el trozo de vidrio y este cae en el suelo rompiéndose en pequeños pedazos y no soy consciente del daño que me hice en la mano hasta que veo las gotas de sangres caer en el suelo.

—Ella debería estar esposada también—digo con rabia y tomando mi mano ensangrentada con la sana, no soy capaz de sentir dolor en la herida porque todo dentro de mi está sufriendo por Carter.

—Mary, necesitamos explicarle en un lugar más vacío y preferiblemente llevarla a ver a su esposo en el hospital si no queremos que colapse aquí—Cassie se dirige a la chica policía.

—¿Cómo demonios sabes su nombre?—inquiero en voz baja.

—Eso es algo que luego te explicaremos—responde Mary por ella y luego se gira para gritar.—Blame, necesito que nos lleves al hospital de inmediato.

Otro policía viene corriendo hacia nosotros, su rostro es una mezcla entre sudor y sangre, es el triple de mi tamaño y luce intimidante con su rostro completamente serio. Cuando finalmente se detiene frente a nosotros doy un paso hacia atrás por instinto.

Química Innegable© (LDD#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora