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22 de Agosto.

Me puse al día con mis estudios, ordené mi habitación y limpié la casa. Estaba tan aburrida que no puedo creer lo que hice. Anoche dormí virtualmente con Nathen y desayunamos juntos virtualmente. Fue tan bonito.

En el almuerzo, me llamó Aaliyah, con quien me he encariñado bastante. Me contó que se estaba preparando para un campeonato y que dentro de dos días era su aniversario con su novio. Estaba emocionada porque le tenía una sorpresa. También me dijo que su hermano se había ido a Los Ángeles porque iba a sacar su álbum, pero que iba a volver para el campeonato de Aaliyah.

Luego de hablar con ella, quedé en hacer FaceTime con Camila. Hoy íbamos a tener una pijamada. Así es mi agenda, creo que el destino fue tan gentil conmigo al poner a personas tan hermosas en mi vida.

Eran las tres de la tarde y me sentía muy encerrada, así que decidí hacer las compras para reponer alimentos en la casa. A unas calles, hay un supermercado, así que agarré mi bolso con dinero, me puse los audífonos inalámbricos y marché hacia allá.

Al entrar, agarré un carrito y lo empujé recorriendo las góndolas, agarrando leche, pastas, cereales y todo lo que necesitaba en la casa. Cuando ya tenía todo, fui a la caja y pagué todo. Al salir, llevaba dos bolsas en cada mano, tarareando la canción que sonaba en mis audífonos.

La tarde estaba un poco fresca, se acercaba el invierno, y eso me encantaba.

Al llegar a casa, mi papá aún no llegaba. Me hice unos panqueques con dulce de leche y un café. Me fui hasta el sofá y empecé a hacer zapping hasta dejar una película de Marvel.

Dos horas después, se oyó la puerta de la entrada y llegó mi papá.

— Hola, hija — me saludó y me quitó el panqueque de la mano.

— Hey — bufé.

— Te traje sushi — me dijo, y sonreí. — Yo ya comí con los muchachos.

— Ok — dije. — Hoy haré FaceTime con Camila.

— Está bien — dijo él y fue hasta el refrigerador. — ¿Compraste mercadería? — preguntó, sorprendido.

— Así es — respondí.

Ya llegada la noche, preparé el sushi en un recipiente y llevé más alimento a mi habitación. Cuando tuve todo, me puse mi pijama y busqué una mascarilla facial. Agarré mi netbook y llamé a Camila.

— ¡Holaaaaaa! — Exclamó ella eufórica. Llevaba un pijama rosa bebé con unos dibujos de ositos, y su cabello estaba todo alborotado.

— ¡Awww, pero si te ves muy adorable! — Respondí, y ella soltó una carcajada.

Empezamos a hablar sobre cómo había ido nuestra semana y los planes futuros que teníamos.

— Entonces, ¿te reconciliaste con tus amigas? — Asentí. — Woooh... Yo... — Hizo una pausa al escuchar una melodía. — ¡Oh, es Shawn! — Exclamó mientras contestaba su móvil. — ¡Hey Shawn! — Saludó a la cámara de su móvil.

— Hola cariño — Saludó él. — ¿Qué haces?

— Oh, estoy haciendo FaceTime con Mar — Volteó el móvil.

— ¡Tina! — Sonreí al verlo.

— Hola Shawn — Respondí feliz. Hacía una semana que no hablaba con él, y verlo, Dios, hizo feliz a mi corazoncito.

— Hoy es noche de chicas — Comentó Camila haciendo unas caras raras, lo que nos hizo reír.

— Genial, disfruten chicas — Dijo Shawn.

Agarré mi móvil y saqué una foto de la videollamada. Se ven tan adorables.

Los extraño mucho.





Conociéndote ~ SMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora