Un mes más tarde, después de las últimas tres semanas, pasé mucho tiempo reflexionando. Necesitaba estar sola, alejada de todo el mundo, o sentía que iba a explotar.
Poco a poco, comencé a superar lo que pasó con Nathen, aunque nunca me perdonaré haberle roto el corazón. Mantuve comunicación por teléfono de línea con Sofía y mi padre.
Mi rutina se estableció: me levantaba a las diez, desayunaba, ordenaba la casa y luego meditaba un poco. Después, preparaba algo para almorzar. A veces veía un poco de TV, me tomaba una siesta o me sentaba en la terraza para tomar sol. Por la tarde, paseaba por la orilla de la playa, contemplando el sol ocultarse detrás de las olas. Al llegar la noche, cenaba algo tranquilo mientras veía una serie o película, y antes de dormir, leía cinco capítulos de mi libro con una copa de vino blanco. Esa se convirtió en mi rutina últimamente.
Hoy desayuné y luego lavé un poco de ropa. Empecé a ver una nueva serie en Netflix y creo que bajé algunos kilos de más.
En el armario, encontré una camisa de Shawn y sonreí al verla. Me pregunté cómo estaría él. Habíamos quedado en hablar, pero la cobardía ganó. Suspiré y la puse para lavar.
Luego, almorcé un poco de spaghetti y me puse a ver una película en Netflix.
Decidí llamar a Sofía para ver cómo se encontraba. Hablamos durante una hora y media antes de cortar la llamada.
Me senté en la terraza y comencé a meditar. El sol estaba cálido, solo se oían las olas y los pájaros cantar. No tenía vecinos cercanos, lo cual era increíble.
De repente, escuché de lejos la canción "Señorita" y sentí que mi corazón se estrujaba. Una lágrima resbaló por mi mejilla y la sequé rápidamente. Me levanté y decidí tomar aire.
Recordé que necesitaba comprar más mercadería, así que agarré las llaves del auto, conduje hasta el centro y, después de estacionar, entré al supermercado. Agarré un carrito y comencé a recorrer las góndolas. Pero, al dar la vuelta, choqué con otro carrito.
-Lo siento -dije.
-No hay problema, la culpa fue mía -levanté la vista y vi a un chico, sonreí.
Sin más, seguí mi camino hasta la caja, pagué y salí con las bolsas en las manos. Llegué al carro, metí las bolsas en la parte de atrás y al levantar la vista, vi al chico subiéndose a un Mustang negro. Sonreí mordiéndome los labios, me metí al auto, lo encendí y fui hasta la casa.
Al llegar, guardé la mercadería y decidí hacer una torta casera. Después de una hora, la dejé enfriar y decidí dar un paseo por la orilla del mar. Me senté en la arena y observé cómo el sol se escondía.
De repente, me sobresalté al ver al chico del supermercado. Estaba incómoda y nerviosa, pero él se presentó como Lucas y comenzamos a conversar. Descubrí que vivía cerca y hablamos sobre nuestras vidas, compartiendo nuestras historias personales y algunas risas.
Hablamos durante un buen rato, compartiendo detalles de nuestras vidas. Me contó que está estudiando derecho y que le quedan tres años para graduarse. También mencionó que todos en su familia son abogados, una especie de tradición familiar.
-¿Te gustaría que mañana vayamos a almorzar juntos? Conozco un buen lugar -lo miré-. No quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti o algo así. Ambos acabamos de terminar con nuestras parejas, solo sería como buenos vecinos y futuros amigos -sonreí.
-Está bien, ven mañana a las once -él sonrió-. Vivo allí -señaló la casa detrás de nosotros.
-Perfecto, mañana a las once -sonreí en respuesta.
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son lxs mejores lectoras del universo <3
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Conociéndote ~ SM
Fanfiction¿Alguna vez has soñado con conocer a tu artista favorito? Eso es lo que le sucedió a Martina; ella adoraba a Shawn Mendes y, como el sueño de toda fanática, lo conoció. Pero todo dio un giro inesperado. Hay cosas que valen la pena esperar, cosas que...