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- Cuídate - me dijo él, mientras sentía sus brazos pasar por mi cintura y atrayéndome hacia él.

- Tú también - susurré. Cerré los ojos y sentí su aroma particular.

Canela.

Ya era hora de partir, y sentía una pizca de tristeza en sus ojos. Por mi parte, no estoy llorando como las otras veces, me siento serena. No lo entiendo.

Me aparté de él y agarré mis maletas para abordar mi vuelo.

Pero él me detuvo. Me agarró de la muñeca y no entendía por qué.

- Antes de que abordes aquel avión, quiero que me digas que todo está en orden y que aún tendremos esta amistad - me dijo, nervioso.

- ¿De qué hablas? - Dije confundida.

- Por favor - suplicó. - Dime que todo está en orden. No quiero presionarte, Martina, pero...

- Todo está en orden, Shawn - lo interrumpí. - Ya lo hablamos - añadí.

- Espero tu llamada cuando llegues a tu casa - me dijo. - No importa la hora que sea, solo llámame. Y así sabré que todo está en orden.

Asentí y lo volví a abrazar.

- Te voy a extrañar - le dije.

- Y yo a ti, Tina - me dio un beso en la frente.

Al fin, me despedí de él y me adentré para abordar aquel avión. Le mostré el boleto a la mujer que se encontraba ahí y lo observé por última vez, su carita de preocupación. Fue lo único que pude notar.

Si supieras que nunca podría dejarte ir, Mendes.

Fui hasta mi asiento reservado y me coloqué los auriculares. Cerré los ojos y despejé mi mente.

[...]

Después de ese largo viaje, finalmente llegué a mi país. Busqué mis maletas y salí del área de llegadas. Empecé a buscar a mi papá entre la multitud, y no puedo creer el recibimiento que me dio.

Él estaba parado en medio de la multitud, con un cartel de bienvenida y unas flores. Las lágrimas se acumularon al verlo ahí, con una sonrisa esperándome desde hacía horas. Se me derritió el corazón.

- Hola, hija - me dijo cuando estuve a su lado.

- Te amo - dije abrazándolo. Lo había extrañado esos tres días en los que estuve ausente. Necesitaba abrazarlo.

- ¡Martina! - Me volteé y vi a mis tres amigas, que también vinieron a recibirme.

- Valen oro - dije. - Gracias por venir a recibirme - sonreí.

Salimos del aeropuerto y nos dirigimos a mi casa. Hoy las chicas se iban a quedar a dormir conmigo, así que se armó la fiesta.

Al llegar a casa, lo primero que hicimos fue desayunar y contarles todo lo que hice en Los Ángeles, obviamente omitiendo el detalle de la discusión con Shawn.

Luego fui a dormir una siesta, y las chicas se quedaron en la sala viendo películas en Netflix. Creo que mi papá se encerró en su habitación.

Pero me acordé de un pequeño detalle.

Tenía que llamar a Shawn. Suspiré y agarré el móvil. Entré a WhatsApp y vi que estaba en línea. Mi corazón empezó a latir con rapidez, sin pensarlo, le marqué.

- Joder... Pensé que nunca me llamarías - fue lo primero que dijo.

- Hola... - dije.

- Tina... ¿Cómo estuvo el viaje? - preguntó.

Su voz sonaba adormilada.

- Agotador - dije, y salió un bostezo de mi parte. - ¿Y tú cómo estás?

- Bien - bostezó - Me pegaste tu bostezo - se rió. En mi parte, salió una risa nerviosa. - Tina, ya olvídalo. No te comportes indiferente.

- Sí, lo siento - mordí mi labio inferior.

- No te preocupes. En fin, ¿qué haces?.

- Nada, llegué hace tres horas y mis amigas hoy se quedan en casa para hacerme compañía. Y bueno, estaba por dormir. ¿Y tú? ¿Qué has hecho?

- Sinceramente... A qué me llamarás - sentí mi corazón latir velozmente - Me desvelé toda la noche componiendo.

- Supongo que ese desvelo valió la pena - dije jugueteando con mi mano.

- Supongo. Aunque no sé si algún día sacaré esta canción - fruncí el ceño.

- ¿Y por qué? - él se quedó callado.

- A veces, prefiero guardármelas para mí.

- Entiendo - tragué saliva. - ¿Entonces no has dormido nada? - cambié de tema.

- No, la verdad que no - dijo él.

- Entonces... Te dejo que descanses - dije. - Ya te llamé, como lo habías dicho.

- ¿Me llamaste por obligación o porque querías llamarme? - quedé en silencio.

- Te llamé porque quería oír tu voz - dije.

- Descansa, Tina - dijo sin más y cortó la llamada.

- Descansa, Shawn - susurré.

Aunque era inútil. Él ya había colgado.










Conociéndote ~ SMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora