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Me encontraba en el hotel. Eran las 10:25 a. m., demasiado temprano para mí, pero recibí una llamada de Camila a las nueve de la mañana, pidiendo dulcemente que me acercara al hotel.

Noten el sarcasmo.

Como decía, me encontraba en el lobby, sentada en uno de los sillones, esperando a los tortolitos bajar. Luego de quince minutos, bajaron.

Venían de la mano. Shawn traía unos jeans negros con una camisa ancha metida dentro de su cintura, con algunos botones desabrochados. En cambio, Camila traía un pantalón deportivo con un buzo largo que le llegaba más abajo de los muslos. Tenía el pelo suelto y ondulado, sin maquillaje. Era muy hermosa.

— ¡Holiss! — Dijo Camila apenas me vio. Soltó la mano de Shawn y me dio un abrazo, al que obviamente acepté.

— ¡Buenos días! — Dije y sonreí. Nos separamos y fui hasta Mendes.

— Buen día, Mar — Dijo él. Y lo abracé.

Luego de saludarnos como si fuera la primera vez después de tantas décadas sin vernos, fuimos a desayunar.

Me pedí un té con donas. El día que no pida lo mismo, creo que se vendrá el fin del mundo.

Camila decidió por un café con una porción de pastel, y Shawn se pidió un café con muffins.

— Lo siento por llamarte temprano — Dijo Camila mientras comía su pastel—. Es que tengo unas horitas libres antes del show y quería que nos acompañaras de shopping, ya sabes, salida de chicas — Dijo ella, y sonrió—. Shawn no quiso quedarse, así que nos acompañará.

— ¡Uy! ¿Quién será el candelabro hoy? — Hice un puchero, y Camila ahogó una risa.

— Qué chistosa — Dijo Shawn—. Pero voy para ser un caballero. — Camila miró a Shawn como una loca enamorada.

— Si bueno — Dije dándole un sorbo a mi té.

— Ya, ambos parecen niños pequeños — Dijo Camila. Reímos.

Luego de desayunar, fuimos hasta la van. Entramos e íbamos con dos seguridad. Saqué mi móvil y empecé a usar los filtros de Snapchat.

— Oye, Mendes — Dije, y Shawn se dio la vuelta. Era un filtro de corazones.

— ¡Aww, pero si se ve adorable! — Dijo Camila.

Puse la cámara para ambos, y Camila empezó a hacer caras raras mientras Shawn solo alzaba su ceja divertido. Me enfoqué con la cámara y rodé los ojos.

— Admite que nos vemos bellos — Dijo Shawn.

— Admito que Camila sí, tú mmm, no — Él me tironeó del pelo divertido.

Llegamos a uno de los shoppings de Buenos Aires. Nos encontrábamos en el estacionamiento. Bajamos y luego bajaron los guardias de Camila. Fuimos hasta el ascensor para ir al piso de arriba y empezar a ver tiendas.

Empezamos a ver las vidrieras y cada vez que entrábamos en una tienda.

En un momento fue algo incómodo, ya que Shawn quería pagar una chaqueta que Camila quiso, y ella no quería. Entre besos y piropos, Shawn ganó.

Con Shawn nos encontrábamos sentados esperando a que Camila saliera del probador. Él estaba absorto en su móvil, mientras sostenía una bebida de Starbucks con una mano.

Yo, en cambio, miraba mis pies.

— ¿Qué te parece? — dijo Camila saliendo del probador con un vestido de terciopelo azul marino. Tenía un escote en V con mangas de encaje y llegaba un poco más arriba de la rodilla.

Conociéndote ~ SMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora