Conociéndote ~ SM

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Hace varios meses que no veo a Shawn, ya que estaba inmerso en su gira mundial, recorriendo numerosos países. Hablábamos muy poco, ya fuera porque estaba ocupado y no tenía tiempo o debido a la diferencia horaria. Su cumpleaños lo pasó en Singapur, hicimos una videollamada grupal con todos y le cantamos el Feliz Cumpleaños.

Por otro lado, había comenzado a sentir cosas por Shawn. Aquel beso, aquellas palabras que había dicho, no se me quitaban de la cabeza. Decidí no darle paso a esos sentimientos encontrados y empecé a pasar mucho tiempo con Nathen. Nos fuimos de vacaciones juntos y no hay un segundo en el que estemos solos. Necesito sacar esos sentimientos hacia Shawn; él es mi mejor amigo y no es correcto.

Con Nathen cumplimos ocho meses juntos. Nos encontrábamos en Los Ángeles, donde nos hicimos muy buenos amigos de Cameron.

Él nos había invitado a una fiesta, a Nathen y a mí. Yo estaba allí por trabajo y una fiesta no estaría mal.

Me puse una falda, un crop top, unas botas, el pelo suelto y un poco de maquillaje. Ya estaba lista. Agarré mi cartera y salimos del hotel con Nathen.

Llamamos un taxi que nos dejó en la entrada de la casa de Cameron. Al entrar, la música estaba alta, la gente disfrutaba de una buena noche, lo típico.

Localizamos a Cameron y fuimos hacia él. Lo saludamos y comenzamos a divertirnos jugando los típicos juegos.

En un momento de la noche, Cameron se llevó a Nathen a otro lugar con otro grupo de chicos, mientras yo me quedé en el sofá con unas chicas, tomando cerveza.

-Se ven muy felices -dijo Lauren.

-Muchas gracias -respondí, dando un sorbo a mi cerveza.

-¿Hace cuánto llevan? -preguntó Jessica.

-Ocho meses -respondí, y ellas sonrieron.

Aparté mi vista y vi a un chico rubio de tez blanca saludando a algunos otros chicos, como si acabara de llegar a la fiesta. Fruncí el ceño, confundida.

Esto es un chiste, me dije a mí misma.

El chico me observó y me sonrió, luego vi cómo se acercaba hacia mí.

-¿Aquel chico se está acercando o soy yo? -les pregunté.

-No, en verdad se está acercando -dijo Lauren.

-Hey, Mar, ¿cómo has estado? -dijo cuando lo tenía frente a mí.

-Connor -dije, levantándome para saludarlo-. ¿Qué haces aquí? -pregunté confundida, ya que según yo, él estaba de gira con Shawn.

Él se rió.

-Bueno, fui invitado -dijo él-. ¿Tú?

-Igual -respondí, relamiéndome los labios nerviosa-. ¿La gira? -pregunté.

-¿La gira? -preguntó él, confundido-. Ya acabó hace unos días -me miró sorprendido. ¿Cómo que ya había terminado la gira?

Mis manos comenzaron a sudar y mi respiración se dificultaba.

-Oh, no me había dado cuenta -sonreí para ocultar mi nerviosismo-. ¿Has venido solo? -pregunté.

Había un porcentaje de posibilidades de que Shawn estuviera en esa fiesta. Había terminado su gira y, conociéndolo, lo primero que haría sería ir a Canadá a visitar a su familia.

-No, vine acompañado -dijo él-. Iré por una cerveza -asentí.

Suspiré y comencé a buscar a Nathen entre la multitud. La casualidad quiso que me encontrara con unos ojos color café que me miraban sorprendidos.

Hice como si no lo hubiera notado y miré hacia otro lado. Agarré mi bolso y empecé a buscar a Nathen.

-¡Tina! -oí. Mordí mi labio inferior nerviosa, continuando mi búsqueda desesperada de Nathen-. ¿Por qué me evitas? -preguntó, poniéndose frente a mí.

-Shawn -mordí mi labio inferior.

-Tina, ¿qué ocurre? -preguntó él.

-Estoy borracha -sollocé-. Solo quiero irme -él relamió su labio.

-Ven, vayamos al patio trasero -agarró mi cintura y nos dirigimos hacia allí.

No había muchas personas, solo un pequeño grupo fumando hierba. Me guió hasta un arbusto y nos quedamos allí.

-¿Qué ocurre, Tina? -dijo él, preocupado.

-¿No estabas de gira? -lo miré con una ceja alzada.

-No, ya terminó la gira. Tina, responde -negué.

-¿Qué has hecho? -susurré, y él me miró confundido.

-Tina... -maldije.

-¿Quieres que te diga lo que pasa? -asintió-. Eres tú -me miró sin entender-. Lo tenía todo bajo control, y tú tuviste que besarme para que vuelva a sentirme confundida. Tenías que venir y ponerme todo de cabeza. Luego te vas por unos meses y me dejas aquí confundida -me miró sorprendido-. Me siento una mierda, porque Camila es mi amiga, y Nathen es tu amigo -empecé a sollozar-. Te odio -dije mientras me secaba las lágrimas.

-¿Hace cuánto? -preguntó.

-¿Que te odio? -él negó.

-No, desde que empezaste a sentirte así -dijo él.

-Hace bastante tiempo -respondí.

-Estás borracha -dijo él-. No sientes nada, solo es el efecto del alcohol; mañana pasará -acarició mi mejilla.

-Bésame y te diré si es el efecto del alcohol -lo miré a los ojos.

-Tina, no...

-Bésame, Shawn -me acerqué a su boca-. Por favor, lo necesito.