33 - {II}

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Canción en multimedia: Falling - Blackbear - Trevor Daniel ❤️



El martes llegó muy rápido, demasiado para el gusto de ambos.

Cuando fue el momento de subir a los autobuses que los llevarían a sus respectivos encuentros deportivos, rodeados por los demás miembros de los equipos, los capitanes apenas tuvieron espacio para desearse suerte. A Jungkook le hubiera encantado decirle a Taehyung que dejara de preocuparse, que dejara de morder sus labios hasta el punto de lastimarse, pero lo cierto fue que no se atrevió.

Sin embargo, no era momento para preocuparse por eso. Eran más importantes las competencias, y también las pruebas para ingresar al programa de alto rendimiento. Jungkook no podía distraerse de esa manera.

Y así mismo pensaba Taehyung. Debía concentrarse en ese partido. Él podía sentir la mirada de Yusuke sobre él mientras ingresaba en la cancha con el resto de los miembros para darle la mano al equipo enemigo. Estaba con Rinko, por supuesto, pero había un tercer hombre con sudadera que no lucía asiático en absoluto. Al verlo, Taehyung no pudo evitar tragar con un poco de nervios. Entonces ese debía ser el entrenador que Yoongi había mencionado. Sí. Él no podía pensar en Jungkook en esos momentos, pero, ¿por qué solo podía pensar en Jungkook? Necesitaba desesperadamente las palabras del pelinegro. Casi sentía que Jungkook era mejor capitán, porque aunque Taehyung les daba un apretón a sus compañeros de equipo en el hombro para relajarlos, lo cierto era que sus manos temblaban.

¿Le estaría yendo bien? Escuchó que competiría en relevos nuevamente. Solo podía esperar que los atolondrados de sus amigos hicieran un buen trabajo. Porque definitivamente, aceptar la derrota es más difícil si sabes que no fue tu culpa. Se preguntó si Jungkook estaba bien con esa categoría. Es decir, Jungkook lucía como un chico solitario, o al menos alguien a quien le gustaba hacer las cosas por su cuenta, depender de sí mismo. Tal vez él tendría muchos problemas llevando a todo un equipo en una cancha en un partido. O tal vez no. Quizá Jungkook tenía muchos talentos ocultos.

El silbato del árbitro sonó para llamar a ambos equipos al centro y Taehyung se sobresaltó. Sí, cierto. El partido.

Si ganaban este partido, irían a semifinales; si lo perdían, entonces regresarían a casa con las manos vacías. Tal y como el año pasado. Eso no era bueno. Taehyung inspiró con fuerza dándole la mano al otro capitán. Era hora de dejarlo todo en la cancha.



[♥]



—Quita esa cara, Kook. ¡No es tan importante! —dijo Mingyu bajando del autobús, detrás de un furibundo capitán.

Sus amigos claramente estaban tratando de animarlo, pero también estaba fracasando de forma miserable. Jungkook solo pudo mirarlos de reojo, sin mucha gracia, y volvió su mirada al frente con un suspiro.

Por supuesto que era importante. Y peor aún, era su culpa.

—En serio —Mingyu le pasó una mano por el hombro, en un abrazo incómodo y asfixiante—. Estos intercolegiados no son tan importantes. Más bien, vamos a esforzarnos en las pruebas individuales para el programa de alto rendimiento.

—Kook⁓ —alargó Jaehyun, picándole la mejilla—. Mira, no nos interesa haber perdido en relevos. Competíamos contra los mejores, finalmente. Esas cosas pasan.

—No —Jungkook siseó—. Dejen de hacerme sentir bien. Tuve un jodido calambre en medio de la carrera. Hice que perdiéramos mucho tiempo. No calenté bien, no estiré bien. Es mi culpa, y sé que eso era importante para ustedes también. Por favor, discúlpenme.

¡Capitanes! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora