Capítulo 10: Abigail

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Aunque no quisiera aceptarlo, no podía dejar de pensar en Josh. Él había pasado por mí hace dos días y temía que él estuviera afuera de mi oficina hoy también, incluso cuando yo le había dicho que se mantuviera alejado de mí. No había sido la conversación más agradable del mundo, pero mi corazón había hecho todos estos movimientos raros alrededor de ello, mi respiración se había acelerado cuando él me había tomado de la mano, su piel había estado tibia contra la mía y yo había estado cálida por todos lados. 


Él había llegado allí a pesar de haberle dicho que no lo hiciera. Joshua Lovelace era demasiado obstinado como para escuchar una negativa. Él había llegado y me había salvado de la situación con Derek. Y luego yo había sido un idiota con él en el camino a casa. Bravo por mí.


Sabía que Joshua se preocupaba por mí en cierto nivel, porque de otro modo no hubiese tenido esa conversación conmigo, simplemente hubiese aceptado mi negativa y se hubiese lavado las manos de cualquier cosa relacionada a mí, pero él había sido un completo testarudo y había ido a mi encuentro. Sabía que eso no debía emocionarme como lo hacía, pero me gustaba la sensación de ser la preocupación de alguien además de mi padre. Me gustaba que alguien cuidara de mí incluso si yo no quería ser cuidada. Sabía que Josh era sincero conmigo, pero tenerlo cerca de mí nublaba cualquier pensamiento racional. Debía mantenerme al margen, porque de otra forma, Josh se metería bajo mi piel y no quería tener que lidiar con él, sabiendo que era un total jugador. Él podría jugar conmigo tal y como lo hacía con otras diez chicas. No quería ser una más en su larga lista de conquistas. Incluso si prácticamente lo había sido.


Mi auto, el que estaba en el mecánico, sería entregado el viernes por la tarde, así que aún me quedaban dos días por irme en el transporte público o tomar un Uber, cualquier opción que escogiera me dejaría un par de minutos afuera del edificio donde trabajaba. Sabía que Derek estaría afuera esperándome y estaba deseando no salir del edificio, pero sabía que debía hacerlo en unos minutos. No quería verlo. No quería escucharlo. No quería lidiar con él ahora ni nunca. No quería nada relacionado a él. Nada de nada.


Acomodé mi abrigo blanco sobre mi ropa, sin siquiera molestarme en abotonarlo. Tomé mi bolso, me despedí de mi tutora a cargo y salí de allí. 


Como imaginaba, Derek estaba allí esperando por mí, sentado en una banca jugando con una consola portátil. Él levantó su vista apenas me vio salir por las puertas dobles de vidrio y se levantó enseguida.


Con lo que no contaba, es que un brazo se envolviera alrededor de mis hombros en el instante en que puse un pie fuera del edificio. 


—Actúa natural, porque de otra forma... voy a perder mi mierda con el imbécil de Derek. – Incliné mi cabeza hacia el hombre a mi lado. Josh. 


Una sonrisa estaba plasmada en sus labios y no pude evitar tropezar al verlo allí. Josh me atrapó con facilidad y sus ojos se iluminaron cuando conectaron con los míos. Estaba demasiado sorprendida de verlo allí.


— ¿Qué estás haciendo? 


—Vine por ti, obviamente. – Él puso sus ojos en blanco mientras me llevaba rápidamente al costado de su auto y me metía en él, incluso antes que Derek pudiese hacer algo. 


—Bien. ¿Por qué? – Pregunté cuando Josh se subió en el lado del conductor e hizo arrancar el auto de allí tan rápido como una bala. 


—Porque sé que ese idiota ha estado viniendo aquí y me preocupa. Vamos, ya te lo dije el otro día, Abby. 


—Lo sé, por eso estoy preguntando qué haces aquí. Se supone que no vendrías, se supone que no nos volveríamos a ver. Estuvimos de acuerdo en que no volveríamos a vernos. – Él me regaló un gesto que no sabía definir si estaba entretenido o resignado.

Conociendo lo que es el Amor (Amor en Boston #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora